Un grupo de ciclistas se movilizó hasta las afueras de la casa del crítico literario y fundador del Movimiento Amarillos, Cristián Warnken, donde comenzaron a gritar insultos y a silbar contra la propiedad del también escritor.
Se trata de un grupo de poco más de 70 ciclistas, quienes llegaron hasta las afueras del condominio donde está la casa de Warnken en la comuna de Vitacura, donde unos 10 a 15 se paran, y comienzan a gritar insultos como “fascistas o ladrones culiaos”.
Junto con los insultos, los manifestantes también rayaron una caseta que estaba en el lugar, con mensajes como “Wallmapu libre” o “Fachos culiaos asesinos”.
Antes de irse, los ciclistas, que estuvieron cerca de 20 minutos en el lugar, dejaron una caja que en su interior contenía carbón.
Carabineros se trasladó hasta la zona para indagar en lo ocurrido, empadronar a los testigos y recabar más información. Diligencias que tuvieron éxito debido a que horas más tarde se detuvo a cuatro sujetos que presuntamente habrían participado de la manifestación. Esto cuando iban a realizar rayados en un canal de TV.
El capitán de Carabineros, Willian Henríquez, señaló que los ciclistas lanzaron objetos a los uniformados para evitar la captura.
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Antes de asistir a la casa de Warnken, realizaron rayados y pegaron carteles en las sedes de los partidos Radical, Comunista y la UDI.
Amarillos repudia acto de matonaje
Tras conocerse los hechos, el partido en formación emitió un comunicado en su cuenta de Twitter, donde califican los hechos de “matonaje político” y repudiaron el actuar de los ciclistas.
“Amarillos por Chile repudia los actos de matonaje político contra la casa de su Presidente Cristián Warnken. Estas muestras de violencia, cancelación y cobardía son las razones que dan fuerza y sentido a nuestro movimiento. No nos atemorizarán”, indicaron.
Warnken tomó relevancia mediática el último año, debido a ser uno de los rostros en la campaña del Rechazo en el plebiscito constitucional de pasado 4 de septiembre, tras fundar el Movimiento Amarillos que ahora está en proceso de convertirse en partido político.
Además, Warnken -que se declara de centroizquierda- se demostró crítico del denominado “estallido social”, especialmente por el nivel de violencia que a su juicio hubo en las protestas.