Dos sumarios administrativos abrió la Municipalidad de Vitacura tras recibir la denuncia de una funcionaria por eventuales malos tratos. La trabajadora además interpuso una querella criminal contra quienes resulten responsables por sabotaje informático. Desde la casa edilicia apuntan que las investigaciones internas se encuentran en curso y que están a la espera de los resultados.
Dos sumarios internos por acoso laboral golpean a la Municipalidad de Vitacura. Las denuncias apuntan a la jefa de seguridad pública del municipio, C.A., quien -de acuerdo a las acusaciones- habría ejercido violencia verbal contra una funcionaria.
Como corolario, la trabajadora también ingresó una querella criminal ante el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago contra todos quienes resulten responsables, por el delito de sabotaje informático, derivado de los malos tratos que dice haber recibido.
En el libelo, la empleada pública acusa que ingresaron a su computador para redactar un correo falso, además de borrar todo registro de su trabajo y su asistencia.
Los alcances de la denuncias deberán ser zanjados por la justicia y por la propia casa edilicia en sus investigaciones administrativas.
El inicio de los “malos tratos”
Lorena ingresó a trabajar a la Municipalidad de Vitacura el 1 de septiembre de 2021, en el Observatorio de Seguridad. Sus jefas directas en ese entonces eran C.A., jefa del Observatorio y P.G., directora de Seguridad Pública.
Su horario oficial iba de 9:00 a 18:00 horas, presencial y de lunes a viernes. Ocasionalmente se quedaba hasta las 19:00 o 20:00 para terminar los informes pendientes. Eso significaba tener que dejar encargado a su hijo de 4 años e incluso congelar el último semestre de su magíster por falta de tiempo.
Ese mismo mes, y como describe la querella, comenzó a sufrir acoso laboral por parte de C.A.: usaba malos tratos frente a todos, le decía que siempre estaba disconforme con su trabajo, y una vez, hasta hubo amenazas de golpes, minimizando los dichos con un tono irónico. Sus colegas fueron testigos, asegura.
Fue por esto que Lorena denunció los malos tratos al director de Recursos Humanos y en febrero del 2022 tomaron la decisión de separarlas.
“Esta medida consistió en trasladarme a la Subdirección de Operaciones, en donde se me ordenó realizar labores distintas al cometido original por el cual fui contratada (…) Cabe destacar que, pese al cambio de actividades, la señora P.G. no realizó la modificación de cometido en coherencia a las labores”, reza la acción judicial.
El e-mail
El 5 de abril de 2022, 36 días después de que la cambiaron de sección, el acoso de C.A. se reanudó, aunque ahora se sumó P.G., su amiga, según detalla el documento.
Para el 19 de abril, Lorena se dio cuenta que en su computador institucional, en su carpeta de borradores había un e-mail que dice nunca haber redactado. El destinario: C.A.
Según argumenta la denunciante, el correo se guardó mientras ella estaba fuera de horario laboral, en casa. Sospecha que la suplantaron.
La abogada querellante, Josefa Bejarano, supone que “alguien quiso enviar este mensaje desde su correo electrónico a fin de generar algún tipo de prueba para ser utilizada posteriormente en la investigación del sumario”.
Tras el incidente, Lorena solicitó las cámaras de seguridad y se las enviaron por Google Drive, pero a los pocos minutos le bloquearon el acceso argumentando que “P.G. lo había pedido”.
El cambio de computador
Dos días después, relata, el Departamento de Jurídica le pidió que dejara su computador institucional. El 22 de abril el equipo ya no estaba. Se lo habían llevado, dice. La respuesta fue que era una orden desde la administración, agrega.
De acuerdo a su testimonio, eliminaron sus mensajes del correo institucional y parte del trabajo que realizó. Ello derivó en la presentación de una denuncia ante el Ministerio Público, organismo que solicitó poner el equipo a su disposición.
Según cuenta, la medida fue puesta en conocimiento de sus superiores y de la alcaldesa Camila Merino. Nadie respondió.
Por el contrario, explica que le bloquearon su acceso a su cuenta de trabajo y hasta le fecha el equipo no aparece. Lo que sí pudo saber, es que un mismo dispositivo desconocido ingresó ese día desde el municipio a la plataforma online para borrar los registros del trabajo de Lorena. (ver imagen).
Ante esto, la abogada detalla que “realizan todas las gestiones para que se encuentren los responsables tanto del maltrato como de los ilícitos aparejados a estas conductas. Nos parece de extrema gravedad que el municipio, conociendo los antecedentes de que se había cometido un delito no lo haya denunciado, que es lo que exige la ley”.
Desde el municipio aclararon que ya tomaron el resguardo de trasladar a Lorena de edificio como medida preventiva. Así también aseguraron que ambos sumarios aún se mantienen en curso, con diligencias pendientes, y que realizarán todo a su alcance para esclarecer los hechos.
Fueron enfáticos en aclarar que la denuncia no es contra la Municipalidad, sino contra personas naturales que ahí trabajan.
El nombre de Lorena se ha cambiado para proteger su identidad.