Continúan las denuncias por una serie de robos en el sector del Cementerio General en Recoleta, lo que está afectando al patrimonio cultural.
A principios de enero fue profanado el mausoleo de la familia Rosenblith Weissbluth. En la ocasión se llevaron dos menorás, parte de la puerta con una estrella de David de Bronce y decenas de manillas y letras.
A mediados de marzo, desconocidos profanaron la cripta subterránea del mausoleo de la familia Edwards y robaron una puerta de bronce y una veintena de manillas.
Posteriormente, el pasado 22 de marzo se llevaron la “Cabeza de medusa” perteneciente a la sepultura de Carlos Ibáñez del Campo, presidente de Chile entre los años 1927 y 1931 y desde 1952 hasta 1958.
Esta última es una obra de arte de bronce y de gran calidad artística, la cual adornaba la puerta y símbolo de protección.
Robo en el exterior
Sin embargo, también han ocurrido robos en el exterior del Cementerio General.
En enero, fueron arrancadas las placas de bronce del frontis del monumento “Al dolor” ubicado en la plaza La Paz, en recuerdo por el incendio de iglesia de la Compañía de Jesús ocurrido en 1968.
En tanto, el viernes santo se informó que se llevaron uno de los cuatro ángeles que están en la parte inferior del monumento.
Radio Bío Bío intentó tener la versión del Cementerio General; sin embargo, comentaron que no se referirán al tema debido a que hay una causa judicial de por medio.
El arquitecto Tomás Domínguez, especialista en patrimonio cultural, fue quien realizó las denuncias, porque según comentó desde el Cementerio General no lo hicieron.
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Domínguez aseguró que actualmente la investigación se encuentra en hermetismo total y que hasta ahora no ha tenido información respecto al tema.