En los próximos días, la defensa de Leonel Contreras, suspendido detective y único imputado por el homicidio de la subinspectora Valeria Vivanco, apelará al sumario administrativo que determinó su separación de la Policía de Investigaciones.
Fue en junio del año pasado, en medio de un procedimiento policial, cuando Vivanco recibió una bala que la mató. En primera instancia, según la Fiscalía Metropolitana Sur, el proyectil provino del automóvil que la PDI estaba investigando, por lo que dos civiles fueron formalizados por el homicidio y quedaron en prisión preventiva.
Después de dos meses, el caso tuvo un vuelco y apuntó directamente a los compañeros de la Brigada de Homicidios. A juicio del ente persecutor, el funcionario de la PDI, Leonel Contreras, disparó -con un arma fiscal- y sus manos quedaron con trazas de pólvora, por lo que fue formalizado y quedó en prisión preventiva.
Tras esto, la indagación administrativa culminó y determinó sancionarlo con la medida disciplinaria de “separación” de la PDI, por no haber adoptado las medidas de resguardo necesarias. Entre ellas, por ejemplo, no usar su chaleco antibalas al momento de descender del automóvil.
Fabián Estrada, su abogado, aseguró a La Radio, que están preparando un recurso de apelación en contra de la medida disciplinaria.
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La madre del suspendido detective, Brígida Canales, cuestionó la resolución y sostuvo que: “Es un balde de agua fría”, ya que pensaron que la determinación se iba a tomar cuando termine el proceso penal.
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En lo penal, al parecer hay otro vuelco en el caso, después de que dos informes de Carabineros abrieran las sospechas de que otro detective disparó la bala mortal.