Después de más 60 años de historia, el Bar Nacional de calle Huérfanos cerrará sus puertas el próximo 11 de marzo. Clientes y la Asociación Chilena de Gastronomía lamentaron la medida, tildándolo de “una pésima noticia”.
La administración pretende reinstalarlo de aquí a tres meses, apuntando a costos insostenibles tras el estallido social y la pandemia.
Fue una noticia que se conoció la tarde del miércoles respecto al emblemático Bar Nacional 1, en la calle Huérfanos. Un recinto que abrió sus puertas el año 1960, y que por los duros golpes que ha sufrido el sector gastronómico dejará de funcionar el 11 de marzo.
Ha sido dos años difíciles, según relató el administrador y socio de este local, Martino Canata, al asegurar que el estallido social se llevó los ahorros y la pandemia la capacidad de endeudamiento, los créditos.
La idea de este cierre es reabrir, algo para lo cual todavía no hay planes concretos. Canata precisó que al tratarse de un recinto grande, requiere mucha mantención además de renovación del contrato de arriendo.
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Más allá de las razones comerciales, obviamente hay un factor emocional para no cerrar. Son años de historia que, según precisaron, no pueden terminar acá. Por ello apuntan más bien a una renovación.
Tres meses es el plazo que se autoimpusieron para buscar una nueva ubicación. En tanto, los clientes lamentan perder las instalaciones en el centro de Santiago.
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Un punto relevante es qué va a ocurrir con los trabajadores, algunos podrían reubicarse en otras franquicias, pero el compromiso es mantener a la gran mayoría, al momento de la reapertura.
Pastor, uno de los trabajadores que lleva catorce años en el recinto, expuso sus impresiones.
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Para el presidente de la Asociación Chilena de Gastronomía (AChiga), Máximo Picallo, el cierre del local más emblemático del Bar Nacional “es una pésima noticia y esto es el resultado de que el centro de Santiago se ha convertido cada vez en un lugar más inseguro, donde ya no se puede caminar por sus calles por la gran cantidad de comercio ambulante, y a partir de las 18:00 horas es prácticamente tierra de nadie y los locales no pueden funcionar”.
Situación que, agregó, se complejiza con el alto valor de los arriendo, que se hace imposible costear con la limitación de horarios para mantener abiertos los recintos.
Hay que aclarar, en todo caso, que la franquicia sigue en pie. Este local va a tener alguna reapertura en otro sector, mientras siguen abiertos los locales de Matías Cousiño y Bandera, además de Isidora Goyenechea.