Este miércoles se aseguró que el anarquista Francisco Solar confesó el envío de la bomba que el 2019 recibió el exministro Rodrigo Hinzpeter, la que no estalló; y del explosivo que sí detonó en la 54º Comisaría de Huechuraba. Él y la otra investigada, Mónica Caballero, siguen en prisión preventiva.
El anarquista Francisco Solar habría confesado el envío de una bomba al exministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, y otra a una comisaría de Carabineros en la capital.
Se trata de hechos ocurridos en julio de 2019, cuando una bomba estalló en la 54º Comisaría de Huechuraba, la que llegó camuflada como un regalo. El explosivo dejó 8 uniformados lesionados.
En tanto, otro paquete llegó a las oficinas de Hinzpeter en el Grupo Quiñenco. Esta fue desactivada ya que el abogado no lo tomó en cuenta a su llegada y, tras la explosión en Huechuraba, se detectó que la misma persona envió los artefactos.
Un año después, se detuvo a los presuntos autores del hecho: los anarquistas Francisco Solar y Mónica Caballero, quienes fueron absueltos en el primer Caso Bombas, pero luego fueron expulsados de España por perpetrar un atentado en una basílica de Zaragoza.
Ambos quedaron en prisión preventiva por la investigación, que incluye la colocación de otro artefacto en el edificio Tánica de Vitacura.
Confesión de Francisco Solar
Según informó La Tercera, durante las últimas semanas Francisco Solar confesó haber participado del envío de la bomba a Hinzpeter y a la comisaría.
El imputado declaró que tras irse de Santiago en 2017, al año siguiente se planteó realizar acciones subversivas para luchar “contra un sistema avasallador sustentado en la autoridad y la depredación” mediante la acción violenta revolucionaria.
Solar señaló que, tras ello, “me puse a pensar en algún objetivo, teniendo claro que si iba a asumir un riesgo grande, la acción a realizar debía ser potente”.
¿Por qué Hinzpeter?
“Pensé en realizar una acción como respuesta, como venganza contra personas ligadas a la represión y al poder empresarial, ambas características las cumplía a cabalidad Rodrigo Hinzpeter, que en el año 2019 era gerente del grupo Quiñenco, cuyo presidente es Andrónico Luksic”, dijo.
También explicó que “Hinzpeter había sido ministro del Interior del primer gobierno de Piñera, dejando una estela de represión que será difícil de dejar de recordar… Como ministro del Interior fue responsable político del asesinato del joven Manuel Gutiérrez, reprimió duramente las movilizaciones sociales de Aysén y de Freirina, militarizó el territorio mapuche, lo que provocó cientos de heridos, muchos de ellos niños e innumerables presos”.
Junto con ello, también recordó que cuando fue procesado en el primer Caso Bombas fue objeto “de los delirios represivos de Hinzpeter”, al que culpó de encarcelarlo “inventando pruebas, contratando a presos dispuestos a corroborar la tesis de la Fiscalía, tesis que se refería a la existencia de una asociación ilícita terrorista”.
El citado medio informó que, según la declaración de Francisco Solar, éste fue a ver el edificio donde trabajaba Hinzpeter. Al detectar las fuertes medidas de seguridad, decidió que lo mejor era enviar una encomienda explosiva a su nombre, para que él la abriera.
“Los ataques indiscriminados nunca han sido parte de la práctica anarquista, nuestros objetivos son claramente definidos y apuntan a los responsables de la opresión y la represión. Como mi intención era realizar una acción de envergadura (…) decidí utilizar dinamita”, añadió.
La comisaría
Sobre la 54º Comisaría de Huechuraba, en tanto, Solar señaló en la investigación que su idea fue atacar a Carabineros “como institución, por lo que representan, por su historia de sangre, tortura y muerte”.
“Decidí atacar la 54º Comisaría de Huechuraba como un gesto de venganza por el asesinato de la compañera Claudia López en septiembre de 1998″, expresó el imputado. Ella murió la noche del 11 de septiembre de ese año en medio de manifestaciones en la población La Pincoya.
Luego, indicó que “al inicio de la revuelta -del 18 de octubre de 2019- yo fui parte de las distintas movilizaciones que se vivían día adía y pude ver a metros míos como caían ensangrentados los jóvenes producto de los balines y bombas lacrimógenas disparadas por carabineros. Fue por esto que la revuelta identificó a los Carabineros como uno de sus principales enemigos, por lo tanto, un ataque contra ellos era imprescindible y estaba completamente justificado”.
Finalmente, también dijo estar detrás de la explosión ocurrida en el edificio Tánica en febrero de 2020.
Actualmente, Solar y Caballero se mantienen tras las rejas, mientras que la última novedad de la indagatoria fue que el fiscal Sur, Claudio Orellana, solicitó ampliar el plazo de investigación.