El Metro de Santiago se prepara para la resolución que deberá tomar el comité de ministros por las reclamaciones presentadas por la construcción de la Línea 7, que no ha estado exenta de polémica.
La más conocida es la impulsada por los vecinos del Parque Forestal, y respaldada por la Municipalidad de Santiago, ante el retiro de árboles por la instalación de un pique en el lugar para la construcción del túnel del trazado que conectará Renca con Vitacura.
También lo hizo el Hotel Le Reve de Providencia, desde donde aseguraron que no se hicieron los estudios geológicos que permitan asegurar que son confiables las proyecciones sobre ruido y vibraciones.
A ellas se han unido más quejas: en Renca presentaron reclamos ante el Servicio de Evaluación Ambiental, como también al Tribunal Ambiental, por la construcción de una cochera y un taller de 17 hectáreas; mientras que en el Parque Araucano también surgió preocupación por el retiro de árboles.
Según informó La Tercera, el pasado 22 de noviembre Metro presentó sus descargos ante el comité de ministros para defender que no hay vicios en la evaluación ambiental positiva del proyecto.
Entre las medidas de mitigación está el traslado de árboles, como también el cuidado de lagartijas que viven en áreas a intervenir y el financiamiento de consultas al sicólogo para las personas que se vean afectadas por las obras.
Junto con ello, señalaron que “es incorrecto que en la evaluación ambiental del proyecto no se hubieren tomado en cuenta las personas en situación de calle que se encuentran alrededor del Parque Forestal” y que se buscará su relocalización.
“Considerando que el proceso de reasentamiento puede afectar la salud mental de las personas, se dispone de un programa de apoyo sico-comunitario. Se implementará, entonces, un programa de atención sicológica para financiar consultas y tratamientos para quienes lo requieran”, agregaron, según el citado medio.
Además, la estatal aseguró que el tren no circulará entre las raíces de árboles ni habrá un potencial efecto de vibraciones a nivel de superficie.
La presentación del Metro cerró con que “en efecto, de la revisión de todo el proceso de evaluación ambiental es posible concluir que las preocupaciones de los reclamantes fueron abordadas de manera completa, precisa y suficiente”.