El estudio sobre la oferta de cigarrillos ilícitos en las ferias libres, elaborado por el Centro de Medición de la Pontificia Universidad Católica de Chile (MIDE UC), reveló la existencia de un total de 410 ferias en 34 comunas de la región Metropolitana. De estas, el 60% presentó venta de cigarrillos de contrabando.
Además, los sectores económicamente más bajos exhibieron una mayor cantidad de puestos no establecidos, con un promedio de 37 coleros por feria.
De las comunas muestreadas, El Bosque, Huechuraba, Lo Espejo y Recoleta registraron venta de cigarrillos de contrabando en el 100% de sus ferias, mientras que, en Maipú, Renca y San Bernardo este tipo de venta ilícita se presentó en más del 90% de sus mercados libres.
El documento también identificó que la mayoría de los productos ilícitos se venden sobre “el mesón y a plena vista”, seguida por la modalidad de “paño en la calle”. Dicha forma de venta, sin un ocultamiento de la mercancía, indica que “no existe una mayor fiscalización sobre la venta de productos ilícitos”. De hecho, en 16 comunas, que totalizan 205 ferias, no se observó ninguna presencia de fiscalización municipal o vigilancia policial.
Al respecto, el sociólogo y director del Área de Sociedad de Mide UC, Flavio Cortés, dice que el primer objetivo de la investigación fue hacer un levantamiento actualizado de ferias del Gran Santiago, donde decidieron sumar las comunas de Puente Alto y San Bernardo debido a su densidad poblacional. “Hay una concentración altísima de ferias en pocas comunas. Tenemos Puente Alto con 50 ferias, La Florida con 34, Cerro Navia con 26, que son comunas más bien populares donde probablemente la mayor parte del comercio, en la medida que hay pocos supermercados, se realiza en las ferias”, explica.
En cuanto a la venta de cigarrillos en estos espacios, Cortés señala que, a partir del trabajo realizado en terreno, se constató que gran parte de la venta de cigarrillos ilícitos no la realizaban los feriantes establecidos, sino los llamados “coleros” o puestos no establecidos que se sitúan al final de la feria.
“Hay una relación, no podríamos decir que perfecta, pero sí bien clara, entre ferias donde se observa baja presencia de fiscalización y, al mismo tiempo, un mayor número de coleros que venden de cigarrillos de contrabando”, resume el sociólogo.
Por su parte, la presidenta del Observatorio del Comercio Ilícito -perteneciente a la Cámara Nacional de Comercio-, Verónica Pérez, dice que estudios como el de Mide UC son importantes para dar cuenta del problema del mercado ilegal en la región Metropolitana. “Conocer el proceso de logística del crimen organizado es clave para la toma de decisiones por parte de las autoridades. Es prioritario hacer un llamado al consumidor a comprar este tipo de productos en locales establecidos que cumplan con las exigencias de la Ley del Tabaco y la autorización del Ministerio de Salud. Las personas tienen que tener conciencia de que comprar en el comercio ilícito puede traer graves problemas”, dice Pérez.
Cabe recordar que en mayo de este año se aprobó la Modificación a la Ordenanza de Aduanas en materia de endurecer las sanciones al delito del contrabando de cigarrillos. En el caso de que el delito sea por sobre las 25 UTM, la condena de multa será entre 1 a 5 veces el valor de la mercancía, y la privación de libertad en sus grados medio a máximo (541 días a 5 años).