Entre 600 y 1.000 millones de pesos son los que dejará de percibir la Municipalidad de Santiago, luego de que la productora Lotus anunciara que el festival de música Lollapalooza no se llevará a cabo en el Parque O’Higgins, donde se efectuó por nueve años, por “un alto grado de incertidumbre”.
Hace poco más de una semana, la alcaldesa Irací Hassler (PC) había anunciado una consulta con vecinos para dirimir si el evento se realizaba o no, lo que desencadenó en la decisión de la empresa.
De acuerdo a lo informado por el concejal de Santiago, Juan Mena, al diario La Segunda para esta edición se esperaba un pago de $600 millones, sin embargo, desde la productora mencionan que el monto es cercano a $1.000 millones.
“Ese dinero dejará de percibir el municipio, lo cual nos preocupa”, afirmó el edil, que agregó que le preocupa sentar un precedente para la suspensión de otros eventos, como la Formula E, que pagó cerca de $308 millones por concepto de derechos municipales.
Según la nota, los $600 millones que dejaría de recibir la entidad municipal es comparable con lo que se gastó en el 2020 en mantenimiento de semáforos en la comuna, a pesar de representar el 0,3% de los ingresos de la Municipalidad de Santiago según datos de la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere).
Buenos deseos y lamento
La alcaldesa de Santiago, Irací Hassler, aseguró durante la jornada de este jueves, que la consulta a vecinos y vecinas era primordial para el proceso y dijo que espera que la productora encuentre un nuevo espacio lo antes posible.
Sin embargo, los lamentos por la decisión de la productora no tardaron en llegar.
El ex ministro de Medio Ambiente, Pablo Badenier, fue en encargado de coordinar los trabajos con la compañía organizadora del evento cuando estuvo al mando de la cartera en el último periodo de Michelle Bachelet.
“Como ministerio, nosotros patrocinamos el eventos en tres oportunidades continuas y tuvimos la mejor de las experiencias del evento”, precisó antes de agregar que “nunca observamos un detrimento del parque”.
Por otro lado, desde la Gobernación Metropolitana afirmaron que “prestaremos toda la colaboración a la productora para encontrar un lugar alternativo y salvar este evento de categoría mundial y que distingue a la ciudad. Si bien los tiempos son estrechos y se hace más difícil, por las exigencias técnicas, no creemos que esto sea imposible”.