Mediante un análisis de las precipitaciones desarrollado hace un año, investigadores de CIGIDEN y UCN, crearon un mapa con 151 puntos de impactos georreferenciados, entre los que destacan anegamientos, cortes de rutas, y activación de quebradas, entre otros.
Lo Prado, Estación Central, Santiago, Cerrillos, Pedro Aguirre Cerda, San Miguel, Lo Espejo, La Cisterna, San Ramón, El Bosque, San Bernardo, la Florida y Maipú, específicamente el sector de Canal Santa Marta, figuran como las comunas que sufrirán más anegamientos, cortes de rutas, activación de quebradas en el piedemonte cordillerano y desbordes de canales, entre otros, producto de frentes de mal tiempo.
Este análisis forma parte de un robusto mapa de daños por lluvias realizado por un grupo interdisciplinario de investigadores del Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastre, CIGIDEN y la Universidad Católica del Norte, sobre las precipitaciones registradas en la región Metropolitana durante junio y julio 2020. Sin embargo, esta semana principalmente en la madrugada y en la mañana del jueves 19 de agosto, se espera la caída de precipitaciones de hasta 40 o 50 milímetros.
“Según los registros históricos, 50 mm en un día es una cantidad que se suele ver una vez cada 1 o 2 años. Por lo tanto, si es una magnitud importante, pero no es excesiva o extrema”, dice Jorge Gironas, académico de Ingeniería UC e investigador de CIGIDEN. El experto advierte, que si esa cantidad de lluvia se concentra en una duración corta, por ejemplo, 30 mm en 5 horas, la situación se tornaría más anormal.
Riesgo aluvional
De acuerdo al hidrólogo UC, en general, las lluvias cortas pero intensas afectan áreas urbanas, mientras que las lluvias de mayor duración comienzan a activar flujos importantes en cuencas más grandes. Eso sin considerar la isoterma 0°C, que en el caso de la precipitación del jueves no se pronostica tan alta -hasta el momento- como en otras ocasiones. “Eso significa un menor riesgo de flujos aluvionales importantes”, dice Gironas.
Como antecedente, las dos lluvias fuertes de julio del año pasado dejaron varios problemas dentro de la ciudad en 2020. Estas precipitaciones, dice el experto de CIGIDEN, fueron de magnitudes similares a lo pronosticados para esta semana y que drenan desde la precordillera.
Para lograr este meta-análisis y el mapa de daños por lluvias, explica la geóloga de la UCN e investigadora CIGIDEN, Francisca Roldán, junto a los investigadores Jorge Gironás (hidrólogo UC), y José Saldías, se estudiaron características hidrometeorológicas de los eventos de precipitación del 29 de junio y 4 de julio de 2020. Los científicos compararon las precipitaciones entre ambos eventos y la obtención del periodo de retorno para estimar posibles características anormales históricas de estos eventos. La conclusión, sin embargo, fue que ambos fueron eventos moderados de lluvias.
La segunda etapa, cuenta Francisca Roldán, fue construir un catastro de daños por lluvias en detalle, recopilando puntos locales de impacto en zonas urbanas, depurando y clasificándolos en base a las características de estos mismos con una georreferenciación en un Sistema de Información Geográfica (SIG). Para esto utilizaron información online disponible de las municipalidades de la RM, Intendencia de Santiago, ONEMI, MOP-DOH, Carabineros de Chile, Bomberos y Brigadas de emergencia. Además, existió un traspaso de información directa de la Municipalidad de Estación Central, Brigada Forestal Voluntaria de Chile, La Florida y Municipalidad de San José.
Aguas lluvias
De acuerdo a la geóloga UCN –quién realizó el mapa de daños junto Gabriel González, subdirector de CIGIDEN y académico UCN–, parte de las conclusiones del estudio, identifica los puntos de anegamiento, desborde de ríos o canales y filtración de construcciones urbanas, en las comunas ubicadas hacia el oeste y suroeste de la zona urbana de Santiago. “La mayoría de estas zonas, puntualiza, coinciden con una disminución en la topografía, por ende, tienden a tener una mayor concentración de aguas. Además, presentan deficiencias puntuales en el plan maestro de aguas lluvias, que incluye limpieza, distribución, estructura y mantención”.
Los puntos de activación de quebradas, en tanto, se concentran en la zona de piedemonte de Santiago (zona este), cuyo nivel de activación de quebradas y por ende de daños, variará en función de la intensidad y duración de la precipitación. Finalmente, Francisca Roldán indica que el análisis –resumido en formato mapa panel y disponible en la web CIGIDEN–, fue realizado para entender cómo los fenómenos impactan a las zonas urbanas de Santiago y las causas puntuales que lo originan. Esto también pretende ser un aporte para la comunidad y las mismas entidades públicas, para que puedan observar a escala regional, donde se concentran estos puntos de impactos.