Esta semana se dio a conocer la denuncia de una pareja que acusa al restaurante “Gran Museo Peruano” de Vitacura, de presuntamente haberlos drogado para robarles.

En conversación con Expreso Bío Bío de La Radio, uno de los afectados, Germán Arancibia, relató los únicos recuerdos que tiene del confuso momento que vivió el pasado jueves 3 de junio de este año.

“Salí a comer con mi señora y un matrimonio de amigos, al primer pisco sour se me empezó a nublar la vista y finalmente pierdo la consciencia solamente acordándome de pequeños cuadros de haber estado en situaciones hiperquinéticas dentro del restaurante, el baño y afuera con seguridad ciudadana”, rememoró Arancibia.

Luego de esto, la víctima describió que al día siguiente de la salida con sus amigos “despierto en mi casa con cargo en la tarjeta de crédito, sin mi celular y sin las llaves del vehículo“.

En tanto, puntualizó que al igual que él, “mi señora recuerda muy poco. Tuvimos la oportunidad de conversar con seguridad ciudadana al día siguiente, y para ellos estábamos en un estado de drogas“.

Paralelamente a esto, Arancibia acotó que testigos del hecho afirmaron que la pareja se encontraba en un estado de euforia y cuestionó que “desde el restaurante no dicen nada, solo que fue un exceso de alcohol. Lo que llama la atención es que el restaurante no llamó a carabineros ni seguridad ciudadana. Se pusieron como testigos a ver cuál era nuestra reacción a la sustancia”.

El afectado y su esposa creen que le pudieron haber puesto la droga denominada “burundanga” en sus vasos, sin embargo aseguró que no se hicieron exámenes para detectarla. “Cuando me di cuenta al día siguiente que se había hecho uso fraudulento de la tarjeta me di cuenta de que nos habían puesto algo en el trago, y que era indetectable luego de horas de consumidas”.

Con respecto a lo que ocurrió esa noche, la pareja concluyó ciertos episodios a partir de los cargos realizados a su tarjeta de crédito. “Tenemos un domicilio donde se hizo una compra a las 04:00 de la mañana de esa noche, con despacho a domicilio por una compra por $1.800.000. La multitienda llamó para confirmar la compra, pero como no se pudo se terminó anulando”, comentó.

Uno de los únicos indicios que tiene Arancibia es que “afortunadamente el delincuente prendió el celular a las 02:00 de la mañana y terminó en un domicilio que corresponde a una propiedad del dueño del restaurante”.

Por esto, decidieron denunciar la situación a la Fiscalía Metropolitana Oriente quien instruyó a personal de la Policía de Investigaciones (PDI) a realizar las indagatorias pertinentes.

Para finalizar, la víctima aseguró que “a raíz de la viralización del problema aparecieron más personas que les había pasado lo mismo en el mismo lugar”.

Pese a los reiterados intentos de tener una versión del restaurante, BioBioChile no logró obtener una respuesta.

Escucha la entrevista realizada por Loreto Álvarez y Álvaro Escobar