El alcalde de Ñuñoa, Andrés Zarhi, renunció a su militancia a Renovación Nacional luego que su partido no lo inscribiera para ir por la reelección.
A través de una carta dirigida al presidente del partido, Rafael Prohens, denunció la “acción espuria que me despojó de la postulación legítima y bien ganada a un nuevo periodo, cosa que ofende gravemente a la dignidad de electores y vecinos de la comuna”.
“Lo insólito e inexplicable es que en Chile Vamos solo mi partido, Renovación Nacional, por el que he trabajado por casi dos décadas, se haya prestado para esta maniobra y haya sucumbido a presiones y manipulaciones de los mismos que hace 4 años deseaban ver derrotado nuestro proyecto alcaldicio”, agregó.
Esto se debe a que el partido finalmente inscribió al concejal de la comuna, Guido Benavides, para disputar el sillón alcaldicio, dejando fuera de competencia al actual alcalde.
Según Zarhi, una encuesta de la directiva del partido arrojó que mientras Zarhi tenía un 90% de conocimiento, Benavides tenía un 14%. En tanto, dijo que en el sondeo él tenía un 25% de intención de voto y el concejal solo 4%.
“Sin duda esto no tiene explicación, salvo que, como es el caso, primaran intereses oscuros que por mi formación me resulta imposible compartir y aceptar”, añadió.
Graves denuncias
Junto con ello, relató que no va a la reelección porque no hace “vida de partido” y porque “no contraté en la municipalidad suficientes militantes; otro inaceptable argumento pues en Renovación Nacional aprendí que la política de servicio a los vecinos no es la repartija de un botín de empleos y poder”.
“El episodio del que he sido víctima demostró que existen quienes olvidaron el profundo significado del servicio público, que hombres y mujeres de bien e insignes imprimieron el sello fundador de Renovación Nacional”, acotó.
Igualmente, indicó que también se le dijo que su gestión fue mal evaluada, lo que no se condice con encuestas donde, según dijo, vencía a todos sus competidores: “Conclusión presidente, no existe explicación que no sea la mala y oscura política que actuó para imponerse sobre la voluntad de miles de ñuñoinos y del resto de Chile Vamos”.
Finalmente, explicó que su renuncia se debe a que “me niego a ser parte de la política sucia, de la traición y del poder por el poder y sus privilegios… Lo hago con dolor por ver a mi partido siendo capturado por quienes poseen una ambición desatada donde todo parece valer”.