En una compleja situación se encuentra el Aeropuerto de Santiago, debido a que la pandemia no sólo le ha generado una crisis económica por el cierre de las fronteras sino que también afectó la ejecución de las obras que pretenden duplicar su capacidad a 30 millones de pasajeros al año, con una inversión de US$1.000 millones.
El problema está en que las gestiones para flexibilizar las condiciones contractuales del contrato de ejecución de la obra no ha dado los resultados esperados y la falta de liquidez podría llevar a la empresa a la quiebra. Es preciso indicar que el Aéroports de Paris (dueña del 45%) y Vinci (40%) son los mayores acciones de Nueva Pudahuel, concesionaria del aeropuerto.
Crisis financiera que podría poner en riesgo la construcción del Terminal 2 para vuelos internacionales.
Por lo anterior, para llegar a un acuerdo y destrabar el conflicto, es que el canciller Andrés Allamand se reunirá con los altos ejecutivos de dichas empresa, según consignó La Tercera.
Nueva Pudahuel busca extender el plazo del contrato hasta 2035, argumentando que en cinco años los ingresos del aeropuerto se verán afectados por la pandemia y se normalizarían los vuelos.
Sin embargo, el Ministerio de Obras Públicas, que se queda con el 77% de los ingresos del aeropuerto de Santiago, no ha accedido a la solicitud. En lo que sí se han mostrado a favor es en llegar a un acuerdo que no genere cambios en el contrato.