A diferencia de lo que ocurre con el Monumento a los Héroes de Iquique, en la Plaza Sotomayor, al frente de la Comandancia de la Armada, en Valparaíso, en que tras un ataque en febrero pasado la Marina reforzó la presencia de infantes armados hasta los dientes y cascos de guerra, para proteger la tumba de Arturo Prat, entre otros, el Ejército dice que en la intersección de la Alameda es imposible que ellos puedan hacer lo mismo, aunque al Ejército las ganas le sobran, con la estatua ecuestre del reconocido héroe de la Guerra del Pacífico, que data en el lugar desde 1928, y también Tumba del Soldado Desconocido, que acompaña a Baquedano desde 1931.
La ley lo prohíbe y esa misión de mantenerla en buen estado es el municipio, en este caso, el de Providencia, con alcaldesa UDI.
El coronel Eduardo Villalón, jefe del Departamento Cultural, Histórico y de Extensión del Ejército, lo explica, consultado por BiobioChile.
“Es imposible, no es responsabilidad de la institución custodiar un monumento que se encuentra en un espacio público”, precisa el comandante.
“La Ley de Monumentos Nacionales establece que los responsables de la conservación de todos los monumentos en sitios abiertos, son los municipios. Es decir, en todo lo que está en un espacio público, la comuna es responsable. Por eso que el Ejército, por ley, no puede brindar protección a un monumento que, por lo demás, pertenece a todos los chilenos”, reitera el oficial superior.
“Distinto sería si está en un espacio institucional, ahí por ley se le brinda protección. Esa podría ser una de las soluciones, trasladar el monumento próximo al Edificio del Ejército, de tal manera que la institución asuma la seguridad, tal como ocurre en Valparaíso”, añade.
En el caso de la Armada, Villalón señala que ellos pueden protegerlo porque la Comandancia se encuentra al frente del patrimonio histórico: “seguramente el espacio ya fue asignado por el municipio (Valparaíso) a la Armada. Pero, ese tema lo desconozco”.
¿Por qué es tan importante para el Ejército?
El coronel Villalón afirma que la estatua de Baquedano no sólo es importante para el Ejército, sino que también para todos los chilenos.
“La imagen que representa al general Baquedano es la imagen de un hombre que se entregó al servicio de Chile cuando sólo tenía 15 años de edad, llegando al grado de general, demostrando con su ejemplo de vida y personal un alto sentido de responsabilidad y habilidades de mando. Por eso, fue nombrado General en Jefe de Operaciones del Norte, puesto que ejerció entre 1880 y 1881, obteniendo diferentes victorias, como en Tacna, Arica, Chorrillos y Miraflores”, explica como parte del currículum del héroe militar.
Ballerino agrega que en reconocimiento a su carrera militar y vida personal el Estado de Chile inauguró, en su honor, el 18 de septiembre de 1928 el monumento ecuestre al que se hace referencia.
“Fue financiado por erogación popular (donaciones) y lo emplazaron en un punto de gran relevancia para la ciudad”, dice.
La obra original incluye a un soldado de pie y al figura de una mujer con una ofrenda floral de copihues.
“Ambos fueron vandalizados, pero luego fueron retirados (las piezas) por la Municipalidad de Providencia”, agrega el funcionario militar.
El soldado sin identidad
El Ejército también quiere que se releve lo que ocurre con la Tumba del Soldado Desconocido que está en el lugar, cuyos restos humanos están junto a la estatua del general héroe y que para la institución, sin lugar a dudas, merece respeto.
Villalón señala que el soldado estaba originalmente en el Mausoleo del Ejército en el Cementerio General y luego de la inauguración del monumento de Manuel Baquedano, en 1931 se decide que el “Soldado Desconocido”, sea trasladado y se sume a la escultura histórica.
“Este Soldado Desconocido se saca del mausoleo que está en el Cementerio General. Hubo una ceremonia solemne con la participación de las más altas autoridades del país, con la participación también de sobrevivientes de la Guerra del Pacífico”, dice Villalón.
“Aquí descansa uno de los Soldados con que el General Baquedano forjó los triunfos del heroísmo chileno”, dice el epitafio de la tumba.
¿Hacia dónde irían?
“Cuando hablamos del Edificio del Ejército, es el que queda próximo al Parque O’Higgins, por Manuel Blanco Encalada”, agrega Villalón.
El coronel se refiere al Edificio Bicentenario del Ejército de Chile Arsenales de Guerra, que se ubica en Avenida Blanco Encalada 1724, como opción inicial, pero también se evaluaría llevarlo a la Alameda Bernardo O´Higgins.
Sobre plazos no hay nada claro. En enero de este año, el comandante en jefe del Ejército, Ricardo Martínez, imprimió la primera solicitud al Consejo de Monumentos el traslado del General Baquedano, la que fue negada debido a que la estatua de Baquedano está firme en su base.
Ahora, con la reactivación de protestas en el lugar, el Ejército prepara otra propuesta, para pedir -lo antes posible- a la misma entidad, que el Monumento Nacional que incluye a la figura de Baquedano y su caballo Diamante, más los restos del soldado desconocido, queden bajo su tutela. Y esta vez esperan un sí, en una nueva sesión.
“Quien decide es el Consejo de Monumentos. Es una propuesta, los que deciden son ellos. Si hay un traslado, hay que coordinar con los municipios y conseguir los recursos para ejecutar ese movimiento. Todo debe coordinarse con el municipio de Providencia, que es donde está el Monumento del General Baquedano”, destaca el efectivo militar.
“Como institución lamentamos y rechazamos este tipo de acciones, lamentamos profundamente que ocurran contra un monumento que representa la historia de Chile. Es decir, de todos los que habitamos en esta patria. Lo que ocurre es un hecho lamentable y lo repudiamos”, puntualiza.
Así, las acciones vandálicas reiteradas al principal monumento al general Baquedano en Chile obligan a evaluar una solución “a la chilena”. Sacarlo, después de casi 100 años, y trasladarlo a un lugar protegido las 24 horas, cada día, por personal militar con armamento de guerra.
Los plazos se agotaron y todo parece indicar que llegó el momento de tomar una decisión. Cualquiera sea, se sabe, no dejará contentos a todos.