A las 22:00 horas del jueves 26 de marzo, las comunas de Lo Barnechea, Vitacura, Las Condes, Providencia, Ñuñoa, Santiago e Independencia ingresaron a una cuarentena obligatoria por al menos siete días.
La medida fue anunciada por el Ministerio de Salud y su idea era que los 1.341.000 habitantes permanecieran en su domicilio -salvo excepciones- para evitar la propagación del Covid-19.
Tras más de dos semanas de confinamiento, el lunes 13 de abril las comunas de Providencia, Lo Barnechea y Vitacura, además de la zona sur de Santiago y Ñuñoa, dejaron la medida. Anteriormente, el jueves 2 del mismo mes, Independencia ya había salido de la cuarentena por orden del Gobierno.
De esta manera, en esa fecha solo había confinamiento en Las Condes, la zona norte de Santiago, la zona norte de Ñuñoa y la zona poniente de Puente Alto, la cual fue sumada el 7 de abril.
Transcurridos los días, el Minsal informó que desde el jueves 16 de abril Las Condes dejaría de estar en confinamiento; mientras que la zona norte de Ñuñoa dejó de estar en cuarentena el 7 de mayo.
Desde dichas fechas, varias comunas capitalinas han seguido ingresando a la medida del confinamiento. Incluso, desde el 15 de mayo todo el Gran Santiago más San Bernardo, Buin, Puente Alto, Padre Hurtado, Lampa y Colina están bajo esta medida sanitaria.
Posteriormente, a ellas se les sumaron Peñaflor, Melipilla (urbano), Curacaví (urbano), Tiltil (urbano), San José de Maipo (urbano), El Monte, Talagante y Calera de Tango, lo que hace que 46 de las 52 comunas de la capital se mantengan en cuarentena total obligatoria.
Sin embargo, hay un sector que nunca ha dejado de estar en confinamiento desde el 26 de marzo: Santiago Centro Norte.
100 días de cuarentena
Los vecinos que viven entre el sector de avenida Matta y avenida Blanco Encalada hacia el norte de la comuna de Santiago Centro, están cumpliendo este fin de semana 100 días bajo confinamiento. Se trata de una de las cuarentenas más largas, que incluso superó a la que fue decretada por dos meses en Wuhan, zona donde inició el coronavirus.
De acuerdo a estimaciones de la Municipalidad de Santiago, el 60% de la comuna se ha mantenido bajo esta medida desde el inicio de la cuarentena. Esta situación ha provocado una serie de cambios en la vida de los vecinos del sector.
En conversación con BioBioChile, Camila Álvarez, quien vive en cercanías del Metro Santa Lucía, señaló que junto a su hermana iniciaron una cuarentena voluntaria el 16 de marzo.
“El día que decretaron cuarentena obligatoria nos imaginábamos que esta cuestión podría ser durante un mes y fuimos a comprar escritorios y sillas porque pensamos que podía ser mucho tiempo y teníamos que seguir trabajando”, relató.
Junto a su hermana Pamela han tratado de salir la menor cantidad de veces posibles y solo lo hacen para situaciones específicas como una ida al dentista o al supermercado, sin embargo, han optado generalmente a comprar productos online.
“Ha sido como súper encerrado, hemos ido viendo cómo se nos va cerrando la posibilidad de ver gente (…) Han sido 100 días eternos por lo menos para nosotras”, añadió.
“Es estresante”
Jorge Aravalé vive solo en cercanías del Metro Irarrázaval y aseguró que al inicio de la pandemia sus planes comenzaron a cambiar.
Como está de cumpleaños el 16 de marzo, había organizado una celebración con su familia que viajaría desde Concepción, sin embargo, comentó que “como la noticia era real, era tangible por decirlo así en Santiago, todos los planes cambiaron. Mi familia iba a venir y no pudieron viajar obviamente por un poco de temor”.
Desde que inició la cuarentena en Santiago ha buscado actividades para realizar dentro de su departamento como hacer ejercicios, leer y tocar la guitarra. De igual manera reconoció que “yo vivo en un departamento de no sé, 45 metros cuadrados, y estar trabajando en el mismo lugar donde como, es como ¿dónde está el cambio? ¿dónde está el recreo? No existe. Eso también me va desgastando, energéticamente no me siento igual que antes”.
“Es estresante el tema de tener que pedir un permiso para hacer los trámites cotidianos: ir al supermercado a comprar comida, ir al banco, a la notaría, a la farmacia, todo es con un permiso”, mencionó. Además, añadió que “la verdad es que a mí al menos me pasa que es súper estresante no saber qué es lo que está infectado eventualmente. Vas al supermercado y todo hay que lavarlo, limpiarlo”.
Celebraciones a distancias
Patricio Jara vive con su pareja en el sector de Santa Ana y aseguró que “perdí la cuenta de cuánto tiempo llevo encerrado”. Antes de que iniciara la crisis sanitaria perdió el trabajo, por lo que indicó que “justo viene este tema de la pandemia, el confinamiento, ha costado mucho salir para buscar un trabajo, así que de momento estoy resistiendo con los ahorros que tengo del finiquito”.
“En cuanto a lo habitual para mí no es tan traumático el encierro porque no soy una persona muy buena para salir. Por ese lado, llevo bien el encierro, me he dedicado a hacer cosas que a lo mejor antes no podía hacer mucho por el trabajo. Ahora he aprovechado de escuchar discos, regalonear con los gatos, cosas así”, añadió.
También se ha dedicado a hacer aseo, ejercicios y cocinar. “Dentro de todo he aprendido a hacer nuevas recetas, he incursionado en la cocina; antes también cocinaba pero no tanta diversidad de platos como ahora. He aprendido muchas cosas que antes realmente no sabía cocinar. Por ese lado ha sido bueno, ha sido entretenido”, aseguró.
Sin embargo, reconoció que lo malo de la cuarentena ha sido que no ha podido celebrar el Día del Papá o Día de la Mamá junto a sus seres queridos, añadiendo que “con mi familia somos súper unidos y siempre lo pasamos juntos. Ahora ha habido que ingeniárselas en mandar un regalo por alguna aplicación de comida, celebrar cumpleaños por videollamadas. Ese tema ha sido un tanto más complicado de sobrellevar”.
“Las primeras semanas no fueron fáciles”
Sebastián Ruiz vive en cercanías del Parque Almagro, y junto a su pareja e hijo iniciaron su confinamiento el 13 de marzo. “La medida de la cuarentena ha sido bien prolongada acá en Santiago Centro, sobre todo en Santiago Centro Norte que es donde resido”, mencionó.
Sobre esta medida, Ruiz aseguró que “eso ha cambiado obviamente las dinámicas de vida. Uno por el ritmo de vida de la ciudad siempre tiene que estarse trasladando distancias largas, ya sea en transporte público o particular, y obviamente los tiempos fuera de la casa son bien prolongados. Ahora nos remitimos de un momento a otro a vivir en espacios que son de pocos metros cuadrados”.
“Las primeras semanas no fueron fáciles, fueron de harta ansiedad, incertidumbre de lo que se venía. Por sobre todo sin poder compartirlo mucho con nuestros cercanos más allá de las plataformas digitales”, reconoció.
Sin embargo, reconoció que el confinamiento le ha servido para poder estar más tiempo junto a su pareja e hijo. “Al menos en mi caso hay un cambio positivo que tiene que ver con estar mucho más tiempo con mi familia y eso es una de las cosas bonitas que dentro de todo ha tenido esto. La posibilidad de poder escucharnos, de saber que podemos sentir angustia, miedo, pena por no ver a nuestros cercanos, son como los cambios más inmediatos en lo personal”, indicó.
Con respecto a lo que viene, Ruiz señaló que “creo que para que esto termine de buena manera, la lección que tenemos que tener cada uno de nosotros tiene que ver con la propia autorregulación y no con la regulación de terceros, que si bien es importante, debiera más bien ser secundaria”.
Alessandri llama a resistir julio
En conversación con 24 Horas, el alcalde de la comuna, Felipe Alessandri señaló que “es la cuarentena más larga, superamos a Wuhan, a Buenos Aires, a Nueva York”. Pese a que ha sido un tiempo complejo, aseguró que la gran parte de los vecinos han cumplido la medida.
El jefe comunal además llamó a los habitantes de la comuna a resistir julio para poder reabrir durante agosto.
“El llamado que puedo hacer es a resistir este mes de julio, hacer un esfuerzo mayor para que ojalá una vez que empecemos agosto podamos empezar a abrir la ciudad“, comentó.
El confinamiento en Santiago Centro Norte -al igual que en las otras comunas de la capital- fue renovado por lo menos hasta el 10 de julio.