Un vuelco tendría la polémica historia del pisco, luego de una investigación que asegura que los registros más antiguos del destilado están en Chile, pero no en el valle del Elqui.
Se trata de una disputa de larga data entre Perú y nuestro país para establecer dónde nació este brebaje, muy popular en ambos países.
El nuevo episodio de esta pelea la marcó el académico de la Universidad de Valparaíso, Cristián Cofré.
El profesional encontró referencias de su fabricación en 1717, 16 años antes del último registro que se tenía hasta hoy (1733). Además, dicho hallazgo tiene lugar en la antigua estancia de Alhué, zona que hoy forma parte de la región Metropolitana.
“Esta investigación consolida la posición de Chile respecto de encontrarse acá las pruebas más antiguas en el mundo de elaboración del pisco”, señaló el académico de la Escuela de Ingeniería Civil Industrial en un comunicado de prensa.
Botijas históricas
Junto a Daniel Stewart, encontraron los antecedentes en medio de una indagación sobre la historia del valle de Alhué y la evolución de la propiedad en los siglos XVI al XVIII.
Cofré aseguró que “en 1717, se realizó un inventario de bienes a raíz de la muerte de Bartolomé Pérez de Valenzuela, estanciero de Alhué, para avaluarlos y dividirlos entre sus herederos. Entre los muchos materiales, productos y construcciones del campo se hallaron en la bodega de la viña tinajas de vino y 25 botijas de pisco”.
“Las botijas eran indispensables para almacenar y transportar el destilado hacia los mercados locales y foráneos. En este caso, estas botijas eran para el pisco, un producto que conocemos hasta el día de hoy. En 1718 son mencionadas nuevamente cuando fueron tasadas. Ambos documentos pueden verse en el Archivo Nacional Histórico, en el fondo de escribanos de Santiago”, agregó.
Con esto, según el académico, se confirma que “en Chile se producía aguardiente que llevó el nombre pisco hace más de 300 años, cuestión que ningún otro país puede atestiguar, aspecto relevante para el planteamiento chileno en las disputas comerciales que los productores nacionales tienen con nuestros vecinos peruanos”.
¿Alhué la verdadera cuna?
Cofré argumentó que el descubrimiento permite vincular a los productores de la zona central con los del norte, mediante la existencia de Marcelino Rodríguez Guerrero, pariente político del dueño de la estancia de Alhué.
Él primero estuvo en Santiago, inclusive durante el año 1717, donde hizo tratos comerciales con quien también fue su amigo.
Rodríguez Guerrero luego emigró hacia el valle del Elqui, donde en 1733 se hallaron tres botijas de pisco en la hacienda La Torre.
“Por lo tanto, queda abierta la idea de que esta persona hubiera llevado algunas botijas desde Alhué al valle de Elqui, y por lo tanto, hubiera transmitido el concepto pisco a la localidad”, agregó.
Sorpresa
A juicio de Cofré, “encontrar tantas botijas de pisco me sorprendió, ya que había estudiado el libro del profesor Pablo Lacoste ‘El pisco nació en Chile’ y tenía claro que la fecha más antigua conocida databa de 1733 y en el valle de Elqui. Por lo tanto, hallar en un marco geográfico distinto y además en un año previo al más antiguo conocido, referencias al pisco, que tantas disputas ha producido por el uso de su nombre, era particularmente interesante y novedoso”.
El hallazgo transforma la historia conocida del pisco, ya que “hace mirar hacia otro lugar en Chile, uno que no estaba considerado en las investigaciones sobre este producto porque no se pensaba que pudiera existir en otro lugar que no fuera el norte chico“.
“Como las temporalidades son relevantes para entender las precedencias de los eventos, con mayor razón este descubrimiento aporta una nueva forma de abordar la investigación sobre su origen, entregando una nueva línea de trabajo, tanto geográfica como temporal. Gracias a este documento profundizamos nuestro conocimiento sobre el origen del pisco, y de alguna forma se va entendiendo que la presencia en Chile es desde muy antiguo“, acotó.