“El Gran Santiago debe entrar en hibernación, sí, como una ciudad dormida”. Así de tajante es el último informe de Espacio Público, difundido la noche de este lunes.
A través del escrito de 16 páginas, el centro de estudios solicitó medidas más estrictas, no sólo para la capital sino también para la región de Valparaíso. En esta última división territorial, se detectó “una situación de explosivo crecimiento de casos en las comunas del interior de la región: Los Andes, San Felipe y Santa María”.
Por ello, sugieren “considerar una cuarentena para estas comunas y las comunas aledañas que tengan fuerte intercambio con las dos ciudades principales de la zona”.
Lo propio ocurre con el Gran Valparaíso, metrópolis conformada por la comuna del mismo nombre, además de Viña del Mar, Concón, Villa Alemana y Quilpué, donde debería decretarse una cuarentena total.
“Forman un todo orgánico, con muchos viajes entre ellas”, explican.
Y agregan: “También creemos que debe lograrse una cuarentena lo más estricta posible, de modo que la bajada de casos sea rápida y no se produzca la situación angustiosa del Gran Santiago, donde la epidemia no cede”.
“Para lograrlo, es necesario aprobar cuanto antes los proyectos de ayuda económica para la población. Urgimos al gobierno y Congreso a que lleven adelante un trámite rápido y preciso”, cierran.
La capital
El panorama en la región Metropolitana no es alentador, de acuerdo a lo señalado en el informe.
“La tasa de crecimiento en vez de bajar y volverse negativa, ha subido a 17% (ver Tabla). La única posibilidad de terminar con esta situación angustiosa, origen de la mayor parte de las defunciones del país, es reducir franca y decididamente la movilidad en la ciudad”.
En esa línea, solicitan -entre otras- “medidas de mayor confinamiento, tal vez una ampliación del toque de queda, restringir al máximo el acceso al transporte público, una fiscalización muchísimo más estricta y una reducción de los permisos”.
Así, agregan que “la ciudad y su sistema hospitalario no aguantan otro mes con estos niveles de contagios y el país no puede resignarse a la alta mortalidad que traen apareados. Pongámosle freno entre todos a esta epidemia, ahora”.
“El costo es demasiado grande. El Gran Santiago debe entrar en hibernación, sí, como una ciudad dormida”, sentencian.