Luego de un año y medio de espera, 571 estudiantes de la Universidad del Pacífico iniciaron el jueves sus clases a distancia bajo el alero de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), plantel estatal a cargo del cierre de la institución privada.
Tito Flores, director ejecutivo del convenio, señaló que uno de los principales problemas que debió sortear la UTEM y la administración de cierre, fue la falta de información administrativa de la Universidad del Pacífico.
Si bien al momento de firmar el convenio con la UTEM se dijo que los beneficiados podrían ser cerca de 1.700 alumnos, finalmente, tan solo 571 terminaron matriculándose, cifra que según el subsecretario de Educación Superior, Juan Eduardo Vargas, se explicaría por lo más de mil estudiantes que se reubicaron por su cuenta en otras instituciones.
Pese a que el número de estudiantes de la Universidad del Pacífico que se acogió al plan de continuidad de estudios con la UTEM, fue bastante menor al proyectado, Tito Flores, señaló que la principal dificultad no está en el volumen de alumnos, sino en mantener los planes que impartía la institución privada.
Según la información proporcionada por la UTEM, del total de estudiantes que se acogió al plan, 306 corresponden a la sede de Santiago y 265 a Melipilla.
El cierre de la Universidad del Pacífico se decretó en enero de 2019 por el Ministerio de Educación, tras la crisis financiera que desató la mala administración de la familia Ortúzar, controladora del plantel privado, y que sólo en 2013, pagó $1.504 millones en sueldos a directivos, donde se incluían cinco hijos y un yerno del controlador.
Entre 2009 y 2013, en tanto, se pagaron más de $6.700 millones en arriendos relacionados, con una fundación de la misma familia Ortúzar, mecanismo clásico, con el cual opera el lucro en la educación superior.