El Noveno Juzgado de Garantía de Santiago decretó la prisión preventiva de J.P.S.C., imputado por organizar una fiesta clandestina en Maipú a la que asistieron 400 personas en medio de la crisis por el coronavirus.
El individuo ya había sido formalizado ayer por esta situación y quedó con arresto domiciliario nocturno. Sin embargo, anoche Carabineros controló si estaba cumpliendo la medida cautelar, pero no lo encontraron en su domicilio.
Finalmente, llegó pasadas las 23:00 y dijo que había salido a buscar vestimentas y artículos de aseo. Por ello, fue nuevamente detenido y reformalizado durante este mediodía.
J.P.S.C. dio explicaciones y dijo que nadie le aclaró que debía partir el domingo con el arresto domiciliario nocturno.
“Cuando yo pedí mi carnet de identidad, pregunté y me dijeron de mañana (lunes) para adelante tienes que estar en tu domicilio”, aseveró.
Gobierno amplió querella
Ante estos antecedentes, el Gobierno amplió la querella que había presentado contra J.P.S.C., acusándolo de infringir el artículo 318 del Código Penal.
De esa forma, se le perseguirá bajo el cargo de poner en peligro “la salud pública por infracción de las reglas higiénicas o de salubridad, debidamente publicadas por la autoridad, en tiempo de catástrofe, epidemia o contagio”, arriesgando una multa de entre 6 a 20 UTM ($300 mil a $1 millón) hasta una pena de presidio menor en su grado mínimo.
“Esa actividad es un reflejo patente de la estupidez humana. Organizar una fiesta en medio de una pandemia poniendo en riesgo a tantas personas es simplemente, no sólo un hecho de irresponsabilidad, sino que puede constituir un acto criminal”, dijo ayer el ministro del Interior, Gonzalo Blumel.