El Ejército se refirió este martes a la detención de un funcionario de la institución que fue formalizado por porte de un arma cortopunzante y amenazas contra una manifestante durante la marcha del 8M en la capital.
Se trata de Marcos Díaz Ibacache, quien fue imputado durante el lunes y quedó con la medida cautelar de prohibición de acercarse a la víctima durante los 120 días de investigación.
Mediante un comunicado, la institución castrense defendió al funcionario señalando que fue víctima de agresión por parte de un grupo de manifestantes “mientras se encontraba efectuando labores de seguridad militar con la finalidad de anticipar posibles ataques a cuarteles ubicados en la zona”. O sea, realizaba labores de inteligencia.
“La función que realizaba el miembro de la institución aludido, forma parte de las medidas que se han adoptado para anticipar y prevenir la ocurrencia de hechos que puedan afectar a las instalaciones militares, que custodian armamento y munición de guerra, algunas de las cuales su uso puede tener efectos letales que de ser sustraídas afectarían gravemente a los ciudadanos y la seguridad de la nación y cuya responsabilidad de resguardo recae en la propia institución”, agregó el Ejército.
En la audiencia de formalización se indicó que Díaz Ibacache estaba de civil y que fue detenido en flagrancia en las cercanías de Plaza Baquedano, zona donde no hay ningún cuartel.
Sin embargo, fuentes ligadas a la causa acotaron que el uniformado se encontraba resguardando el edificio del Comando de Bienestar del Ejército ubicado en plena Alameda, dependencias que habrían sido atacadas anteriormente.
La semana pasada el ministro de Defensa, Alberto Espina, había señalado en Radio Bío Bío que el sector de Baquedano sería resguardado siempre por Carabineros.
La institución agregó que “desde el 18 de octubre del año recién pasado diferentes unidades e instalaciones han sufrido un total de 57 ataques, incluso en las últimas semanas, en que se ha visto afectado tanto personal militar que las custodia, hombres y mujeres, como la propia infraestructura militar.
“Por otra parte, y sin perjuicio de la investigación que efectúa la fiscalía local, en la cual el afectado y la propia institución se encuentran entregando toda la colaboración necesaria, el Ejército de Chile manifiesta tajantemente su repudio a la agresión sufrida por el funcionario”, cerró la institución.