Un video grabado por un manifestante agredido por Carabineros el pasado 21 de octubre en plaza Ñuñoa, descartaría la versión dada por el personal policial, sobre que el hombre los habría amenazado e insultado durante el procedimiento.
Se trata del caso de Moisés Órdenes de 55 años, que en octubre fue detenido y golpeado por Carabineros en plaza Ñuñoa, tras saltarse el toque de queda que imperaba ese día y participar de una manifestación con una cacerola y su celular.
De acuerdo a imágenes de televisión -trasmitidas en vivo en aquella ocasión- Órdenes fue reducido por Carabineros mientras protestaba en medio de ellos. Aunque el hombre estaba en el suelo, los efectivos policiales continuaron golpéandolo en la vía pública.
Durante la investigación del caso, los 12 efectivos de Fuerzas Especiales (FFEE) que fueron investigados en el caso aseguraron a la justicia y a la investigación interna de Carabineros, que habrían recibido una serie de amenazas por parte de Órdenes.
Pero la versión dada por los 12 efectivos fue desestimada por Carabineros y por la PDI (mandatada por la Fiscalía), que descartaron alguna agresión o que el manifestante significara un peligro para los oficiales, consigna el portal CIPER.
Dicho medio de comunicación revela que los 12 carabineros -liderados por el teniente Martín Blanc Cabrera- habrían preparado una versión sobre la supuesta agresión de Órdenes en contra de ellos.
“Estaba muy agresivo y pese a que nosotros en todo momento tratamos a viva voz de que depusiera su actitud, él continuaba insultando con groserías y además mantenía un objeto tipo sartén en sus manos con lo cual intentaba dar golpes”, dijo Blanc el 30 de octubre en su declaración judicial.
Según el teniente, el manifestante les gritó: “pacos culiados hijos de puta“, “cafiches del Estado“, “los voy a matar“, “todas las balas se van a devolver”.
Pero el video grabado por el mismo Órdenes, no registraba en ningún momento insultos de ese calibre contra Carabineros, según lo relatado por CIPER.
“Dejen de reprimir al pueblo, hueones ¡Dejen de atacar a la gente del pueblo! ¡Oye! ¿Acaso no tienen familia, pacos culiaos? ¿Ah? ¡Todo porque tienen una mejor previsión!” o “¡Dejen de atacar al pueblo, pacos! ¡No sean hueones! Les están vendiendo la pomada una vez más”,se alcanza a oír en el registro del agredido.
Por las agresiones, el denunciante quedó con un pulmón perforado, un hombro dislocado y el ojo izquierdo incurable, además de un desprendimiento de retina en el ojo derecho, que aún está siendo tratado y no se sabe si lo recuperará totalmente.
De los 12 carabineros involucrados, siete fueron sobreseídos de la causa y los otro 5 mantienen diferentes medidas cautelares, luego de que se les revocara la prisión preventiva a principios de enero.
Además, la jueza Patricia Ibacache descartó que existiese el delito de tortura y recalificó el hecho como un caso de “lesiones graves u homicidio frustrado”, argumentando que el tiempo de las agresiones fue demasiado breve.
Fiscalía, el Instituto de Derechos Humanos (INDH) y la familia de Órdenes apelaron a la decisión de la jueza Ibacache.