Nuevos detalles se conocieron este jueves respecto del crimen contra la joven Xaviera Rojas, quien murió el pasado sábado luego de sufrir un asalto en San Bernardo.
Según consta en la investigación, Rojas fue interceptada en calle Urmeneta por un hombre que sería Javier Bustamante, cuando quedaban dos cuadras para que llegara hasta la casa de la cultura de San Bernardo, lugar hasta donde se dirigía para participar de un ensayo musical.
El individuo la ingresó a una casa abandonada, que es utilizada por diversas personas para consumir drogas. Es en ese lugar donde fue atacada y asesinada con un objeto contundente. Posteriormente, su cuerpo fue maniatado y cubierto con un cubrecama, siendo trasladado en un carro de supermercado hasta el lugar donde fue hallado.
Por ahora, se maneja como móvil del crimen el robo, ya que aún no se ha podido confirmar si existió un ataque sexual contra la joven. Lo que le quitaron fue su celular, el que se encontraba desaparecido.
Durante esta mañana, el jefe de la Brigada de Homicidios Metropolitana, subprefecto Pedro Calderón, detalló que el aparato ya fue encontrado, gracias a una persona que se lo compró a Diego Bustamante, hermano del supuesto autor material y que está en prisión preventiva acusado de encubrir el crimen.
Calderón detalló que el teléfono fue vendido en $20 mil a un particular. El individuo, al percatarse que el aparato aún tenía archivos de Xaviera, lo entregó a la PDI.
Sin embargo, la fiscal del caso, Paola Zárate, rectificó la información de la PDI e indicó que el celular fue entregado por Javier Bustamante a un servicio técnico con la intención de desbloquearlo, y que su receptor lo entregó al reconocer al comprador en imágenes del sospechoso que fueron difundidas por TV.
Dicho aparato es clave en la investigación que los autores del crimen escribieron un mensaje a la familia que decía “Papá llegué”; y otro dirigido a un amigo que decía que no llegaría al ensayo, esto luego del homicidio.
Javier Bustamante, supuesto autor material, será formalizado hoy por robo con homicidio. Sus supuestos encubridores, Edgard Layseca Urra y Diego Bustamante Bustos, están en prisión preventiva.
