El ministro de Salud, Jaime Mañalich, se refirió esta mañana a la muerte de Abel Acuña, joven de 29 años que perdió la vida mientras se manifestaba en Plaza Baquedano.
El joven sufrió un paro cardiorespiratorio y fue sometido a renaminación por personal del SAMU que llegó al lugar, el cual recibió el chorro del carro lanza aguas de Carabineros. Además, una paramédica recibió un perdigón.
Si bien finalmente fue trasladado a la ex Posta Central para continuar allí con la reanimación, finalmente solo se pudo constatar su fallecimiento.
Ante la polémica, Mañalich indicó que Acuña “tenía una enfermedad cardíaca extraordinariamente grave, con al menos un infarto documentado desde el 2018″ y que su causa de muerte fue una insuficiencia cardíaca severa.
“La posibilidad de que una persona que tiene un paro cardiorespiratorio en la calle sobreviva es, en Chile, de menos de un 5%”, añadió. Al mismo tiempo, dijo que espera que Fiscalía conozca tanto el historial clínico de Acuña como su autopsia, para así establecer posibles responsabilidades en su deceso.
Bajo ese punto, el ministro de Salud fue claro en insistir que las posibilidades de sobrevivencia eran “muy bajas”, y que hay que ser prudente al realizar hipótesis respecto de qué hubiese pasado si la ambulancia llegaba más rápido a Plaza Baquedano o si salía con más celeridad hacia la ex Posta Central.
“Los equipos médicos que trabajan en rescatar pacientes tienen que abrírsele el paso, y normalmente eso ha ocurrido en las manifestaciones. A pesar de que hay miles de personas, se abre el paso a las ambulancias. Yo quiero tener enorme cuidado con la siguiente afirmación, porque puede significar una aseveración que para la familia es muy dolorosa, y es que si aquí la ambulancia hubiera llegado antes -llegó aproximadamente 12 minutos después del paro cardiorespiratorio- o pudiera haberse movido con mayor celeridad al servicio de urgencias, este joven estaría vivo. Creo que hay que ser extraordinariamente prudente con esa afirmación ante la familia, porque la probabilidad de que así hubiese ocurrido es muy baja”, argumentó.
Mañalich agregó que la funcionaria del SAMU que resultó herida con un perdigón solo tiene lesiones leves y ayer ya se encontraba trabajando. Situación distinta es la del conductor de la ambulancia, quien recibió licencia médica ya que sufrió daño sicológico.
Por último, señaló que Gonzalo Blumel, ministro del Interior, se comprometió con que no se vuelvan a repetir situaciones en que Carabineros complique el trabajo de los funcionarios de la salud.