La noche de este viernes se registraron incendios en gran parte de las estaciones del Metro de Santiago, lo que dejó a algunos de ellos con daños de diferentes proporciones.
Una de las más afectadas fue la estación Macul, la cual se encontraba cerrada, sin embargo, desconocidos sacaron la reja y accedieron por la fuerza. En su interior iniciaron un incendio que afectó a todo el primer piso.
Allí un local comercial, ubicado en el sector de boletería, terminó completamente quemado. Además se vieron afectados los torniquetes, cajeros automáticos y teléfonos públicos.
El comandante del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa, Alex Miller, aseguró que los daños se registraron sólo en el primer piso de la estación, ya que el sector de los andenes se encuentra en perfecto estado. Además, descartó que voluntarios se hayan visto lesionados en sus trabajos para combatir las distintas emergencias.
“El Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa está en guardia preventiva en todos sus cuarteles, hemos tenido bastantes emergencias pero no hemos tenido ningún voluntario lesionado, ni agresión al material mayor del cuerpo”, explicó.
Estación Santa Julia
Otra de las estaciones que terminó con severos daños fue la estación Santa Julia, la cual también quedó afectada por un incendio que afectó la sección de boletería.
Al igual que en el caso anterior, el Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa trabajó para contener las llamas.
Estación Elisa Correa
Dentro del amplio número de estaciones que se vieron afectadas por incendios, la estación Elisa Correa, ubicada en Puente Alto, fue otra de las que registró daños severos.
Las imágenes grafican que las dependencias quedaron inutilizables, presentando destrozos tanto al interior de la estación, como en las afueras. Escaleras destrozadas, boleterías quemadas y vagones con sus cristales rotos fueron parte del saldo que dejó el paso de los manifestantes.