A mediados de mes, el Instituto de Salud Pública (ISP) presentó una querella luego que un paciente a quien se le prescribió un preparado en base a cannabis terminara con consecuencias negativas.
Se trata de Sebastián Contreras, estudiante de quinto año de Medicina de la Universidad de Chile que, en entrevista con El Mercurio, comentó su experiencia tras consumir el medicamento.
Contreras sufre un cáncer etapa cuatro, por lo que ha debido soportar varias hospitalizaciones y decidió congelar sus estudios. “Me empecé a descompensar y me recomendaron que era mejor los dejara”, dijo.
En su relato contó que hace un año le comentó a una amiga que tenía muchos dolores, por lo que ella le respondió que hablaría con Ana María Gazmuri, la actriz directora de la Fundación Daya, que se dedica a promover las terapias alternativas en base a cannabis.
Fue así como, gracias a la activista, un preparado de pequeñas botellas con aceite de cannabis llegó a su casa.
“Yo quería aliviar mis dolores. Así que tomé las gotas ese mismo día y a los veinte o treinta minutos comencé a sentirme muy mal (…) Sentí taquicardia, náuseas, sudoraciones. Luego vino la angustia. No podía reaccionar cuando me hablaban. Tuve compromiso de conciencia”, relató.
Su madre decidió llevarlo de urgencia a una clínica, donde le administraron suero para aliviarle la toxicidad que pudo haber tenido el aceite.
Querella
Contreras señaló que guardó las botellas del aceite de cannabis para entregarlas al ISP, ente que tras su análisis presentó una querella criminal por delitos contra la salud pública.
“Creo que es necesario que se tomen las medidas correspondientes y que se limite la entrega de estos preparados. No pueden seguir la lógica de recetar preparados artesanales de cannabis y poner en riesgo a las personas. Creo que se juega mucho con la vulnerabilidad de los pacientes“, indicó al citado medio.
Para el ISP, es ilegal que se entreguen preparados sin certificación y sin ser aprobados por ellos.
Gazmuri se defiende
En una declaración enviada a El Mercurio antes de la presentación de la querella, Ana María Gazmuri indicó que Contreras no fue paciente de la fundación y que le sorprende que el hecho se denuncie un año después de ocurrido.
“Me plantean la urgencia. Y les dije que los podía ayudar dándoles parte de mi aceite”, declaró respecto de la entrega del producto.
La actriz agregó que “mandaron una persona a mi casa y les entregué una donación personal. Fue un favor personal y hoy se trata de usar contra la fundación”, dijo.
“Para mí, lo más importante es defender el rigor con el que se trabaja en Daya. Otra cosa es lo que uno puede hacer en términos personales. Cómo le vas a negar una ayuda”, cerró.