La empresa Metro de Santiago arremetió contra la Superintendencia de Medio Ambiente en el marco del proceso sancionatorio por vibraciones en la Línea 6. Criticaron que esa instancia presuntamente utilizó métodos erróneos en la medición.

34 páginas tiene el descargo que presentó la empresa Metro ante la instancia para evitar la multa de más de $3.500 millones por las vibraciones que se producen en casas aledañas al trazado inaugurado en noviembre de 2017.

En su escrito, la estatal acusó al organismo fiscalizador de haber realizado un “estudio técnico con graves errores y falencias que distorsionan los resultados obtenidos y, consecuentemente, conducen a a conclusiones equivocadas”.

Metro, además, señaló en sus descargos que cumple con los parámetros máximos permisibles en la norma de referencia ISO y exigibles en virtud de la Resolución de Calificación Ambiental.

Postura que recalcó el presidente del directorio de la compañía, Louis de Grange, quien aseguró que mantienen tranquilidad al cumplir todas las normativas y que ya entregaron todos los antecedentes a la Superintendencia.

El 10 de junio pasado, la Superintendencia de Medio Ambiente inició un proceso sancionatorio contra Metro, empresa a la que formuló dos cargos: uno por superar la norma establecida en cinco de las siete casas monitoreadas que registraban vibraciones y otro por haber utilizado métodos erróneos para la medición de estos inconvenientes.

Los vecinos de la Línea 6 acusaron a la estatal de querer eludir su responsabilidad y de dilatar el proceso, como señaló Julián González.

Sin respaldar de forma explícita la acción de Metro ante la Superintendencia, la ministra de Transportes, Gloria Hutt, defendió el proceso y dijo que es parte de la institucionalidad.

En tanto, este fin de semana los vecinos del sector del Parque Forestal realizarán nuevas movilizaciones en contra de Metro, por la ubicación de las estaciones que se estiman para la futura Línea 8.

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