Un nuevo caso de maltrato animal se dio a conocer en la región Metropolitana. El afectado se trata de Maxi, un perro pug de 10 años que era obligado a beber alcohol y respirar el humo de marihuana por parte de sus antiguos dueños.
A través de la ONG “Amor por los Pug”, Maxi -quien sufrió daños físicos- fue rescatado desde una vivienda en La Florida, luego que los mismos dueños le contaran a la directora de la organización lo que hacían con su perro.
“Cuando me avisaron que este perro es adicto me lo contaron en tono de chiste, como que era su gracia. Fueron los mismos dueños quienes me lo dijeron. Se habían aburrido de él y desde ahí que cuidamos al Maxi”, explicó a La Cuarta la fundadora de la ONG, Alejandra Díaz, quien además cuida al perro desde 2014.
Díaz además cuestionó que “fue un acto irresponsable, ya que darle estas sustancias a un perro como él es como dárselas a un bebé (…) Además, tiene serios rasgos de abstinencia, ya que al sentir el olor del alcohol o la marihuana se desespera, igual que un adicto”.
La organización “Amor por los Pug” ya ha rescatado aproximadamente a 60 perros en situación de riesgo que no han tenido el debido cuidado de sus dueños o han estado en situación de abandono.