Mujer imputada por quemar las palmas de sus nietos quedó libre: "Quise darles un susto, nada más"

La mujer que fue detenida en la comuna de Quilicura tras ser acusada de quemarle las palmas de las manos a dos de sus nietos por el extravío de $750, fue formalizada durante esta jornada por el delito de maltrato infantil.

La imputada de 54 años -que fue detenida por Carabineros después de la denuncia de la dirección del Colegio Juan Luis Undurraga- catalogó la situación como un error que fue motivado por la frustración y la ira.

De acuerdo a información entregada por el capitán de la 49° Comisaría de Quilicura, Jorge Olea, la abuela le consultó a sus nietos dónde estaban los $750, pero ellos no le respondieron. Posteriormente utilizó un cuchillo que estaba calentado.

Tras la constatación de lesiones en un consultorio de la comuna, se indicó que los menores de 6 y 8 años sufrieron quemaduras de primer grado, heridas que fueron calificadas como menos graves. Sin embargo, la familia descarta que hayan quedado con lesiones.

Daniela Rivera, jefa de Convivencia Escolar de la Fundación Belén Educa -a la cual pertenece el Colegio Juan Luis Undurraga- explicó que se iniciaron todos los procedimientos de rigor cuando la profesora de los menores evidenciara un cambio en la actitud de los niños.

Tras la audiencia de control de detención y formalización de cargos, la mujer quedó en libertad. En la instancia, señaló que estaba afectada al haber reaccionado por un cuadro de ira, el cual habría sido motivado por problemas económicos y por estar a cargo de seis nietos que estarían en riesgo social.

La imputada además agregó que “quise darles un susto, nada más. Para que no volvieran a tomar nada ajeno”.

Durante la audiencia el tribunal acogió las medidas cautelares de prohibición de que la imputada tenga contacto con sus nietos durante los 90 días de plazo de investigación, por lo que deberá abandonar la casa e irse a la de una de sus hijas.

Además deberá someterse a una evaluación psicológica en el aspecto de manejo de ida y vida parental, con la obligación de firma mensual y arraigo nacional. A la espera del juicio, los menores deberán quedar en manos de otro adulto responsable, considerando que el papá de ellos trabaja y que la mamá no tiene la tuición.