Cada vez es más frecuente. Fuegos artificiales, bengalas y disparos al aire para despedir a un ser querido. No se trata de una despedida común y corriente. Se trata de homenajes póstumos a personas fallecidas que estaban ligadas al narcotráfico y/o la delincuencia.
El último caso ocurrió en La Granja a fines de marzo, cuando en el velorio de un joven muerto aparte de la pirotecnia hubo más de cien casas afectadas por balazos, lo que implica un riesgo para la vida de las personas.
Para combatir este tipo de situaciones la Fiscalía Sur presentó una iniciativa para vigilar e intervenir funerales de personas con antecedentes penales. El protocolo, según informó La Tercera, se llama “Funerales de alto riesgo” y considera participación de Carabineros, la PDI, autopistas, hospitales y funerarias.
El fiscal jefe de la Unidad de Focos Sur, Patricio Rosas, indicó al citado medio que la propuesta considera “eslabones de reacción en cadena” para hacerse cargo de estas situaciones.
“Acá no solo hay incivilidades, estamos hablando de delitos que ocurren en el marco de estos ritos: disparos al aire en las caravanas, el uso de autos robados, presencia de personas con órdenes de detención vigente, que ponen el riesgo la seguridad de toda la ciudadanía. Por eso la importancia de este protocolo”, señaló.
Etapas en cadena
El plan ideado por la Fiscalía considera las siguientes etapas:
– Primero se detecta si ocurrió alguna muerte de una persona vinculada a bandas criminales. Tras ello, la PDI se dirige al Servicio Médico Legal para identificar a sus cercanos y saber cuál será la funeraria que presentará servicios a la familia y dónde va a ser enterrada.
– Luego, en el velatorio, se buscará detectar mediante vigilancia discreta si hay vehículos involucrados en delitos. También habrá controles de identidad selectivos.
– Cuando se realice la tradicional caravana, habrá resguardo de Carabineros. Se tratará de guiar el cortejo hacia calles con cámaras de vigilancia. En tanto, el sepelio será grabado para registrar delitos flagrantes.
– En el retorno y cierre, se mantendrá la vigilancia para resguardar la seguridad del trayecto. Igualmente, se podrán solicitar medidas intrusivas como interceptaciones telefónicas y órdenes de entrada, registro e incautación contra personas de interés detectadas durante el funeral.
Gobierno lo apoya
Katherine Martorell, subsecretaria de Prevención del Delito, apoyó la idea “porque el uso de pirotecnia en los funerales, que no siempre está vinculada a hechos de narcotráfico, ha generado mucha sensación de temor en la población”.
Agregó que la propuesta será revisada en una reunión a realizarse el 13 de mayo, donde se determinarán los pasos a seguir.