Un conductor del Transantiago está sacando aplausos en las redes sociales luego de haber cuidado y alimentado a cinco cachorros durante un recorrido de la operadora Metbus.
“Hoy vi un gesto digno de admirar. Me causó mucha alegría y emoción el saber que aún hay personas buenas (…) Este héroe rescató a los perritos de una muerte segura”, señaló Matías Andaur a través de sus redes sociales.
El joven que viralizó esta historia relató a BioBioChile que el lunes 11 de febrero abordó uno de los buses del servicio J07 que venía desde Noviciado en Pudahuel. Sin embargo, cuando se subió al bus sintió como si al interior de la máquina hubiesen perros, pero añadió que no le tomó importancia porque no vio ningún cachorro en la máquina.
Caja de leche y pote de yogurt
Al rato de haberse subido, el chofer paró la micro y le pidió a una persona si podía ir a comprarle algo a un negocio. “Yo iba pegado al celular y la micro hizo una parada. Cuando se estaba demorando mucho en partir, me quedé mirando hacia adelante y después de un rato se sube un pasajero y le pasa una leche”, comentó.
Sin embargo, no fue la única detención que hizo el conductor. “Para la máquina y se baja. Empieza a buscar entre la basura, primero sube un potente papas fritas y dice ‘no es muy grande no sirve’. Sigue buscando y encuentra un envase de yogurt, lo limpia y se sube a la micro”, añadió.
Cuando ya llevaban varios minutos detenidos, Andaur se sacó los audífonos y escuchó al chofer decir que seguirían detenidos por un momento para poder alimentar a unos perros que iban al interior del bus.
“Gastó de su plata para comprar leche. Hizo paradas sin importarle que retrase el servicio, sin importarle terminar tarde la vuelta o llegar tarde a su casa. Todo por unos perritos. Este caballero se merece el cielo”, reconoció.
“Me dolió el corazón”
El conductor a cargo de esta situación fue identificado como Patricio Zúñiga. En conversación con Muy Buenos Días, el chofer explicó que una mujer paró la micro y le preguntó si podía subir con unos perritos que había encontrado abandonados en la calle.
Tras esta consulta, Zúñiga le dijo que subiera porque tiene “el corazón de una persona que quiere a los animales”. Sin embargo, mientras seguía su recorrido, empezó a escuchar que los cachorros comenzaron a llorar.
“Me dolió el corazón. Los perritos estaban sin comer quién sabe cuántos días”, lamentó.
Por esta razón, comenzó a ver cómo podía alimentarlos dentro de la micro. Tras esto, tuvo que efectuar diversas paradas para poder encontrar leche y un pote donde pudieran tomarla.
“Me gustan harto los animalitos”, reconoció al ser consultado de por qué realizó este gesto.