El estudiante de ingeniería, Marcelo Moya (33), fue condenado a 13 años de presidio mayor, al ser declarado culpable por almacenamiento de material pornográfico infantil y como autor de abuso sexual en contra una menor de edad.
Moya fue detenido en 2016 en su domicilio de Ñuñoa, por la Brigada del Cibercrimen de la Policía de Investigaciones.
En el lugar, los funcionarios de la PDI encontraron en poder del estudiante 50 mil archivos de pornografía infantil -entre videos y fotografías-, además de pruebas que comprobaban al menos un episodio de abuso sexual en contra de su sobrina de siete años.
Si bien la Fiscalía solicitó en primera instancia 20 años de presidio, la persecutora a cargo de la investigación, la fiscal Mitzy Henríquez se mostró “satisfecha y tranquila” con la sentencia.
Henríquez reiteró la importancia de la acreditación de los delitos de almacenamiento de pornografía infantil y de abuso sexual en contra de Moya, situación que -según la abogada- hacen del estudiante “un peligro para los niños y niñas” del país.
De los tres delitos que la defensa buscaba acreditar, la Tercera Sala en lo Penal de Santiago absolvió a Marcelo Moya de la acusación de violación en contra de la menor de edad.