Personal de la PDI allanó la noche del miércoles de una de las sedes de la Asociación Gremial de Operadores, Fabricantes e Importadores de Juegos Electrónicos Recreativos y de Premio Programado (Fiden), en Independencia, en el marco de la investigación de casinos clandestinos en la capital.
En el operativo, donde no se registraron detenidos, se incautaron 300 máquinas tragamonedas, documentos y computadores.
La entrada y registro ocurre a un año del inicio de la investigación en la causa penal contra Ashran Kanaan Kanaan, quien fue detenido asociación ilícita, delitos tributarios y administración de casinos ilegales.
Esta nueva indagatoria apunta a supuestos actos de lavado de activos que fueron separados de la causa inicial por asociación ilícita, delitos tributarios y comercio clandestino que inició el fiscal Roberto Contreras tras la querella presentada por la Asociación Chilena de Casinos de Juegos y que denuncia la existencia de actos tendientes a disimular el origen ilícito de los dineros.
Paralelamente, el Ministerio Público se encuentra negociando procedimientos abreviados contra los 36 imputados por el funcionamiento de casinos clandestinos en distintas sedes en la capital.
Ello, luego que en junio pasado se dictaran las primeras condenas contra tres de los acusados. Se trata de Dante Álvarez, Juan Manuel Orellana y Juan Carlos Contreras, quienes aceptaron una salida alternativa al juicio oral a cambio del reconocimiento de los hechos y una rebaja en la pena.
De esta manera, fueron sentenciados por su participación en el delito de asociación ilícita y por juego ilegal y explotación de casinos clandestinos, recibiendo por estos hechos 61 y 41 días de presidio remitido respectivamente.
Además, deberán pagar una multa de 11 UTM (cerca de $520.000) y entregar el comiso de todas las especies incautadas que fueran de su propiedad, como fichas, mesas y dinero en efectivo.
Según el Ministerio Público, las ganancias generadas en el inmueble de La Pastora, en la comuna de Las Condes, permitieron la creación de otros dos casinos clandestinos en la comuna de Santiago, y prontamente, de acuerdo a la investigación, la organización pretendía instalar un nuevo local en Vitacura, específicamente en calle Espoz.
Ello, porque en base a las conversaciones de los propios imputados obtenidas a lo largo de las pesquisas, cada casa de juego le embolsaba cerca de $25 millones al mes.