Este jueves una banda de 12 personas acusadas de ingresar un importante número de armas de fuego al país fueron formalizadas en la región Metropolitana. Nueve de ellos quedaron en prisión preventiva mientras que se decretó firma mensual y arraigo nacional para los otros tres.
Respecto a los antecedentes, desde 2015 el grupo internaba las armas desde Estados Unidos, elementos que las mismas personas habrían usado para realizar asaltos en el sector poniente de Santiago.
En enero, el Servicio Nacional de Aduanas detectó cuatro pistolas automáticas con sus respectivos cargadores y municiones en el aeropuerto de Pudahuel.
Además, se logró aclarar que los individuos habrían realizado las operaciones específicamente desde Texas, donde conseguían distintos tipos de armas reales y de fogueo, éstas últimas incluso adaptadas para disparar balas reales.
El fiscal José Luis Pérez Calaf, detalló que el armamento no era detectado en un inicio, pero que tras esto, modificaron la manera de trabajar.
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Según la Fiscalía Metropolitana Occidente, la banda se dedicaba a usar el armamento para asaltar víctimas en las comunas de Maipú y Estación Central. En ese sentido, también se las habrían facilitado a diversos grupos delictuales de la zona poniente, donde conseguían venderlas a un valor 300% más caro.
Tras el hallazgo de los antecedentes, la policía se percató que las personas habían cambiado el modo de operar, debido a pistas que consiguieron sobre el seguimiento que realizaba Aduanas como la PDI.
Se incautaron 18 pistolas, de las cuales ocho son a fogueo pero adaptadas y armamento de calibre pesado.
Desde PDI indicaron que en el marco de la investigación se incautaron varios automóviles y que de momento se estiman cerca de tres envíos importantes.
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El subdirector de Fiscalización de Aduanas, Javier Uribe, señaló que los protocolos de revisión y análisis son conocidos como perfiles de riesgo.
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Las personas fueron formalizadas por contrabando, lavado de activos y tráfico de armas, con especial concentración en el líder de la banda, un hombre de 32 años identificado como Mauricio Becerra, que según las investigaciones, mantenía una buena vida en Maipú con vehículos de alta tecnología.
Además, se presume que los ilícitos consistían en robos con intimidación en bancos, estaciones de servicio y portonazos.
Finalmente, a nueve de los 12 imputados se los dejó en prisión preventiva mientras que el resto quedó con firma mensual y arraigo nacional como cautelares.