Hasta las dependencias de la empresa Enel Distribución en Santiago llegaron vecinos de Coronel, de la región del Bío Bío, para protestar y exigir la reubicación de 64 familias afectadas por viviendas mal construidas.
Esta situación se remonta al 2010, cuando la firma Endesa se encontraba construyendo una nueva planta en la región y producto de las vibraciones de las obras se dañaron casas que estaban en el lugar hace 40 años. Un fallo judicial obligó a la empresa a reubicar a las familias afectadas.
Gran cantidad de estos vecinos aceptaron el cambio, pero las nuevas viviendas no fueron una mejor solución, pues también presentaron fallas estructurales como grietas, filtración de agua y humedad constante.
Paulina Lara, vocera del movimiento, explicó que fueron trasladados hasta el sector Huertos Familiares y desde el primer día comenzaron a evidenciar las falencias de las viviendas, por lo que pidieron un peritaje técnico a la Universidad del Bío Bío.
“Y definitivamente nos dio a favor de lo que pensábamos, que nuestras casas estaban dañadas y el suelo no era apto para la calidad de vivienda que construyeron”, explicó. Hasta el día de hoy aseguran no tener solución y la última vez que se reunieron con Enel no lograron acuerdo.
“En la última reunión del 14 de septiembre no aceptamos los acuerdos que ellos nos hacían firmar porque solamente querían hacer reparación y sería por quinta vez. Queremos viviendas nuevas”, recalcó Lara.
Juan Carlos Benavides, ingeniero y asesor técnico de los vecinos, aseguró que “el daño moral de estar viviendo tanto tiempo con hongos, grietas y el riesgo de que estas casas se puedan derrumbar, ese riesgo también se tiene que hacer cargo Enel”.
Desde la empresa reconocieron los errores que se pudieron haber cometido en la construcción de estas viviendas y explicaron que tomaron dos medidas de acuerdo a las necesidades de los vecinos: reparaciones de quienes quieran quedarse y la posibilidad de adquirir una nueva casa de quienes se quieran ir.
Antonella Pellegrini, gerente de Sustentabilidad de Enel, declaró que “hicimos un estudio de impacto a la calidad de vida y se hizo con un proceso participativo. Resultó en una compensación económicas que se ofrece a las 144 familias y fue transparentado por todos y aceptado”.
Sin embargo, asegura que el conflicto de los protestantes es otro. “Lo que ellos reclaman hoy es sobre la titularidad de la casa actual pues nunca firmaron una escritura. Lo que quieren es pasar a la nueva casa sin quedar como dueños de la actual, lo que sería una irregularidad porque accederían a un beneficio de subsidio de vivienda“.