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El exfuncionario de Gendarmería, R.M.M.R., fue condenado a presidio perpetuo por el brutal asesinato de su pareja, Marcela del Pilar Pérez Tapia, en Parral. La víctima, madre de una hija en común con el agresor, fue atacada con un arma blanca en su domicilio en la población Don Pablo. Tras una exhaustiva investigación, el Ministerio Público y la PDI esclarecieron los hechos, determinando la responsabilidad del exgendarme en el femicidio. Durante el juicio oral, se presentaron pruebas que demostraron su culpabilidad, siendo condenado a presidio perpetuo por este delito. Esta sentencia busca ser un precedente en la lucha contra la violencia de género en Chile, reflejando la gravedad del crimen y la importancia de combatir este tipo de violencia.
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El exfuncionario de Gendarmería, identificado como R.M.M.R., fue condenado a presidio perpetuo por el brutal asesinato de su pareja, Marcela del Pilar Pérez Tapia, ocurrido la madrugada del 2 de abril de 2023 en Parral.
La víctima, de 32 años, era madre de una hija en común con el agresor, quien la atacó con un arma blanca en el interior de su domicilio ubicado en la población Don Pablo.
El fiscal jefe de Parral, Nelson Riquelme, detalló que, tras conocerse los hechos, el Ministerio Público se trasladó de inmediato al lugar del crimen para coordinar las diligencias con la Brigada de Homicidios (BH) de la Policía de Investigaciones (PDI). La investigación permitió esclarecer la secuencia de los hechos y establecer la responsabilidad del exgendarme en el fatal ataque.
Gendarme condenado por femicidio de su pareja en Parral
Durante la audiencia de juicio oral, se presentaron todas las pruebas que permitieron acreditar la culpabilidad de R.M.M.R. Según los detalles revelados, el condenado ingresó al domicilio de la víctima y la atacó, causándole la muerte antes de huir de la escena. Sin embargo, horas después, el agresor se entregó voluntariamente en una unidad policial.
El tribunal acogió los argumentos del Ministerio Público y dictó un veredicto condenatorio por el delito de femicidio íntimo, imponiéndole la pena de presidio perpetuo. Esta condena implica que el exfuncionario deberá permanecer privado de libertad de por vida, aunque podría optar a beneficios intrapenitenciarios tras cumplir 20 años de su condena.
Según los antecedentes reunidos, horas antes del crimen, la víctima había tenido un altercado en la vía pública con el condenado, lo que la llevó a denunciarlo a Carabineros. Esta denuncia podría haber sido un detonante en la serie de acontecimientos que culminaron en el trágico desenlace.
La condena a presidio perpetuo refleja la gravedad del delito y busca ser un precedente en la lucha contra la violencia de género en Chile.
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