Una enigmática semana vivió la familia de una joven madre de 25 años de la comuna de Rauco, en la región del Maule. La mujer estuvo desaparecida durante 10 días y fue intensamente buscada hasta ser hallada en Mejillones, en la región de Antofagasta.
Una moto, una mancha de sangre, cinco regiones atravesadas, el cabello cortado y supuestas pastillas. Elementos que no lograban dar con la respuesta para la investigación a cargo de la PDI, pues la joven habría simulado su propio secuestro.
Los detectives y la Fiscalía no podían descartar ninguna posibilidad, sobre todo porque Maritza Bravo aseguraba no recordar nada de lo sucedido después de la supuesta captura.
Según consignó el Matinal Mucho Gusto, Bravo tuvo algunas contradicciones en su declaración policial, por lo que habría confesado sus actos.
Primero, abandonó la moto en el kilómetro 1,6 de la ruta J-640, que une Tutuquén y Rauco, donde estaba su domicilio; habría tomado un bus en la carretera rumbo a Santiago, donde se cortaría el pelo y cambiaría de ropa. Luego de aquello, giró dinero en la capital para tomar otro bus en dirección a Calama y finalmente otro a Antofagasta.
Una vez en la región nortina, se dirigió a la comuna de Mejillones, donde habría ingerido fármacos que la mantuvieron drogada hasta ser encontrada.
Los motivos que entregó la joven tendrían relación con problemas familiares, laborales y de pareja que habría estado evadiendo.
Cabe mencionar que la carpeta investigativa se ha mantenido bajo reserva. Por otro lado, aún se desconoce cuáles son las implicancias que podría tener la confirmación de esta versión, pues se costeó el traslado aéreo de ella y su madre, a través de la Unidad de Víctimas y Testigos del Ministerio Público.