Durante la semana pasada fue hospitalizado el pequeño Guillermo, de sólo 7 años, quien fue operado tras una fractura en su brazo derecho en el Hospital de Emergencia de Curicó.
No obstante, lo que parecía una simple cirugía de media hora terminó casi en un infarto, pues en el centro asistencial administraron un medicamento por error.
Días de angustia ha vivido la familia, pues hasta este lunes el menor aún permanecía internado por la afección cardíaca sufrida cuando le ingresaron al suero un fármaco de forma errónea, mientras el niño era intervenido quirúrgicamente.
“A simple vista y según nos dijo el doctor, se trataba de un proceso rápido, casi de rutina para ellos… pero todo se complicó”, advirtió la madre del menor, Carolina Hurtado.
Guillermo fue operado pues no estaba del todo sanada la fractura que sufrió hace algunas semanas, cuando practicaba deporte en el cerro Condell de Curicó. En dicha ocasión se le aplicó un yeso, pero no logró el resultado esperado, “por lo que el médico aconsejó que lo mejor era operar“, dijo Hurtado.
Carolina percibió que la operación duró más de lo previsto. “Nadie me decía lo que pasaba, hasta que el anestesiólogo me indicó que se habían equivocado en un medicamento, mal rotulado (…) Una doctora me explicó que mi hijo había sufrido una descompensación cardíaca seria, incluso me dieron a entender que en algún momento entró en paro cardíaco o estuvo a punto de ello”, añadió.
“Como a las tres horas después me dijeron que mi hijo quedaría internado”, sostuvo Carolina.
Al momento de suministrar el suero al niño, la bolsa tenía un agregado consistente en un medicamento reanimador, correspondiente a una intervención quirúrgica anterior, pero que no había sido utilizado.
Desde el jueves el pequeño Guillemo ha permanecido en constante observación debido a las alzas y bajas de presión, además de un comportamiento inestable del corazón. “Incluso nos dijeron que había quedado con algunos edemas en el pulmón“, finalizó preocupada la madre.