“Manifestamos con dolor que conocíamos el relato de los graves hechos ocurridos al interior de nuestra comunidad religiosa”. De esa forma, la Congregación de las Hermanas del Buen Samaritano de Molina reconoció haber estado en conocimiento de las denuncias realizadas por una exreligiosa.
Se trata de Consuelo Gómez, que en el año 2000 fue enviada a España como novicia en donde, según su relato, una monja chilena habría abusado sexualmente de ella.
Por esta denuncia, la Congregación pidió perdón e incluso inició una investigación canónica. Pese a eso, en conversación con CNN Chile, la exreligiosa acusó a la Iglesia Católica de ocultar este tipo de delitos.
Según informó la Congregación, “también se trabajará en un protocolo de prevención de situaciones abusivas de toda índole”.
Además, diputados de la Democracia Cristiana presentaron un proyecto de ley para que las autoridades eclesiásticas como obispos, pastores, ministros de culto, diáconos, sacerdotes o religiosas denuncien ante la justicia los delitos cometidos en contra de niños, niñas o adolescentes.