La Corte Suprema confirmó la sentencia que condenó a la municipalidad de Cauquenes a pagar una indemnización de $50 millones al hijo de una paciente que murió debido a que recibió un medicamento no recetado, en un consultorio de la ciudad.
En fallo unánime, la Tercera Sala del máximo tribunal confirmó la sentencia que condenó al municipio por la falta de servicio al entregar un medicamento equivocado a Amanda Margarita Muñoz Villagrán, quien sufrió lesiones graves gravísimas que, posteriormente, le causaron la muerte por el error en el despacho de la receta.
“…hace consistir en que Miriam Isabel Muñoz Carrasco, funcionaria de la Farmacia del Consultorio de Salud Familiar de Porongo, dependiente de la municipalidad de Cauquenes, le suministró un medicamento equivocado que a la postre le causó la muerte”, sostiene el fallo.
“Al respecto, precisa que el 20 de mayo del año 2009, Muñoz Carrasco le entregó tres sobres que contenían el medicamento glibenclamida, en circunstancias que, según la receta de la médico tratante, debía proporcionarle diclofenaco sódico, amoxicilina y clorfenamina, y añade que tal medicamento erróneamente proporcionado produjo a su madre un daño neurológico grave que la mantuvo en coma por más de un año y cinco meses, circunstancia que se mantuvo hasta su muerte, ocurrida el 10 de noviembre de 2010″, añade el documento publicado en el Poder Judicial.
La resolución agrega que “dicha acción fue acogida considerando que la Municipalidad incurrió en falta de servicio, en tanto actuó en forma deficiente en el ejercicio de sus funciones”.
“En este sentido los sentenciadores dieron por establecido que la prestación de salud materia de autos no se realizó con un mínimo de diligencia y cuidado, desde que la funcionaria encargada de la sección farmacia no verificó que el medicamento que estaba entregando fuese el mismo que había recetado el profesional de la salud”, establece.