A seis años de la quiebra, comenzó el juicio contra los ex dueños de Albano, a quienes el Ministerio Público acusó de ocultar bienes por 1.500 millones de pesos para evadir el pago a sus acreedores. Los hermanos Cristian y Jessica Aravena enfrentan penas de 3 años de cárcel en caso de ser declarados culpables.

Fue en 2018 cuando los dueños de la emblemática empresa de calzado declararon su liquidación, proceso antes conocido como quiebra, alegando una desmejorada situación económica como resultado de la llegada de zapatos chinos a precios imposible de competir.

Javier Gutiérrez fue designado como liquidador y es quien detectó en el proceso el traspaso que hicieron los dueños de Albano de siete inmuebles, lo que se denunció como un intento de ocultar bienes y así evitar el pago a los acreedores, entre ellos los 144 funcionarios que perdieron su trabajo a raíz del cierre de la compañía.

El Ministerio Público abrió una investigación que derivó en la acusación por el delito de ocultamiento de bienes en contra de Cristian y Jessica Aravena, y por eso el juicio en desarrollo en el Tribunal Oral de Concepción, confiando la fiscal Maritza González en las pruebas para lograr la condena de los hermanos.

Como querellante por el liquidador interviene en el juicio Ángela Contreras. La abogada explicó que el ilícito perseguido se configura luego que los dueños de Albano traspasaran las propiedades dos meses antes de la quiebra, inmuebles avaluadas en el mismo monto adeudado ($1.5000 millones) a los ex trabajadores de la empresa.

La demora en el comienzo del juicio se debió a los intentos de la defensa de los hermanos Aravena de obtener el sobreseimiento de la causa, lo que fue rechazado incluso por la Corte de Apelaciones de Concepción. Será ahora el Tribunal Oral el que resuelva la culpabilidad o inocencia de los acusados, arriesgando hasta 3 años de cárcel.