Nuevas evidencias fueron halladas durante la noche de este jueves al interior de la Comunidad Nicolás Calbullanca, ubicada a unos 30 kilómetros al sur de Cañete, específicamente en el sector de Lleu Lleu.
Se trata del hallazgo de tres chalecos antibalas que pertenecían a los carabineros que fueron asesinados la madrugada del 27 de abril.
También se encontraron dos cajas contenedoras de disuasivos químicos. Fue una diligencia de la Policía de Investigaciones que trabaja en el lugar la que permitió dar con estos elementos usados por los carabineros acribillados en aquella oportunidad.
La evidencia estaba en un bosque aledaño al predio de los hermanos Antihuén, dos de ellos que hoy se encuentran en la cárcel de alta seguridad en Santiago.
En el marco de dicha indagatoria aún permanece prófugo de la justicia Tomás Antihuén, el cual se desconoce su paradero y habría sido eje central en la planificación del ataque a los uniformados.
Tras el hallazgo, Fiscalía instruyó peritajes al Labocar en el sitio del suceso.