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La Brigada de Homicidios de la PDI confirmó que el comerciante baleado en Concepción fue víctima de un homicidio por encargo, hipótesis reforzada tras la detención de un sicario, quien reveló que la víctima le pidió que no le disparara tras dos tiros fallidos. Los hijos de la víctima, Luciano, Mauricio y Maximiliano, de 18, 21 y 24 años, respectivamente, habrían pagado por el asesinato de su padre, dejando en shock a la familia.

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Desde el día uno, detectives de la PDI sospecharon de un homicidio por encargo en el caso del comerciante baleado en avenida Los Carrera de Concepción, hipótesis confirmada tras la detención de un sicario, a quien -según la Fiscalía- la víctima le pidió que no le disparara tras dos tiros fallidos.

La familia de la víctima reaccionó con estupor e incredulidad tras conocer que los hijos habían pagado por el asesinato de su padre.

Fueron prácticamente cinco semanas de diligencias las que tomaron a los efectivos de la Brigada de Homicidios de la PDI comprobar lo que había sido desde el principio la sospecha de la policía: el autor del disparo a Mauricio Guzmán la madrugada del 19 de julio fue contratado por terceros.

Así lo indicó el jefe de la BH, el subprefecto Mauro Gutiérrez, apuntando que “la sospecha inicial fue un crimen por encargo, ya que en las mismas imágenes de seguridad se establece que los espera la víctima, le dispara y sin siquiera tener alguna otra acción ilícita”.

La víctima recibió un disparo en su cabeza, el que lo dejó en estado crítico y riesgo vital hasta solo unos días atrás, cuando los doctores comenzaron a ver una recuperación, a pesar de que la bala no pudo ser extraída.

El momento en que el colombiano Bryan Monsalve atacó al comerciante, cuando llegaba en su camioneta a su local comercial en el centro de Concepción, quedó registrado en una cámara de seguridad.

El fiscal Matías Arellano reveló los detalles del intercambio que se ve en las imágenes entre Mauricio Guzmán y su victimario, según la declaración de este último tras ser detenido.

“Intenta darle un primer disparo, el que se frustra por defectos en el arma; le intenta dar un segundo disparo, el que también se frustra. Al momento en que realizaba esta acción del primer y segundo disparo, él indica que la víctima le habría señalado ‘mijo, no lo haga’, y él le dice ‘no me empuje’, y ejecuta el tercer disparo que finalmente es el que hiere el cráneo de la víctima”, precisó Arellano.

En su testimonio, y con un ánimo de colaborar y atenuar su responsabilidad, el extranjero reveló que habían sido los tres hijos del comerciante -Luciano, Maximiliano y Mauricio, de 18, 21 y 24 años, respectivamente-, quienes lo contrataron a cambio de 3 millones de pesos, dinero que los hermanos no cancelaron en su totalidad ante lo frustrado del crimen.

Por la familia de la víctima habló su hermana Erika, quien estuvo en los tribunales, expresando su estupor e incredulidad con lo revelado por la investigación.

Tras ser formalizados por parricidio y homicidio calificado, ambos delitos en grado de frustrado, los cuatro imputados fueron declarados como un peligro para la seguridad de la sociedad y la víctima, y considerando además una eventual fuga, por lo que el juez Juan Pinochet decretó la prisión preventiva como medida cautelar.

Por ahora, la defensora penal, Carla Canales, quedó con la representación de los cuatro detenidos, señalando que de ellos solo el colombiano está confeso, mientras que los hermanos optaron por guardar silencio.

Se dio un plazo de seis meses al Ministerio Público para terminar la investigación, tiempo que adelantó el fiscal Arellano servirá para efectuar las diligencias pendientes, como el levantamiento del secreto bancario para confirmar los pagos acordados, acreditar el nivel de daño o recuperación de la salud de la víctima, y sin descartar que puedan surgir otros involucrados.

Este artículo describe un proceso judicial en curso
Existe la posibilidad de que los cargos sean desestimados al finalizar la investigación, por lo cual NO se debe considerar al o los imputados como culpables hasta que la Justicia dicte sentencia en su contra.
(Artículo 04 del Código Procesal Penal)