En su casa en Los Ángeles, en la Región del Bío Bío, se encuentra desde ayer sábado el condenado por violación de derechos humanos durante la dictadura, José Otárola, luego que la justicia confirmara su enajenación mental a partir del segundo peritaje psiquiátrico realizado por el Servicio Médico Legal (SML) y que determinó un síndrome demencial equivalente a un trastorno neurocognitivo mayor.
Otárola se encontraba en la cárcel de Concepción desde que la Corte Suprema confirmara en marzo pasado la pena de 15 años de cárcel dictada por el ministro en visita, Carlos Aldana.
Ahí, fue condenado como autor de los homicidios perpetrados en el marco de la llamada Matanza de Laja-San Rosendo el año 1973, durante la dictadura militar.
Tras recibir las conclusiones del informe del médico forense Danilo Castro, el juez acogió la solicitud de la defensa de Otárola, a cargo del abogado Hans Laurie, solicitando el cumplimiento de la condena en su domicilio, atendido a los cuidados que requiere su deteriorada salud mental.
Recordemos que el primer peritaje fue realizado por la psiquiatra y exsenadora de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, quien llegó al mismo diagnóstico de enajenación mental.
El resultado, sin embargo, fue desestimado luego que los abogados querellantes acusaran una supuesta imparcialidad de la facultativa como profesional del SML, organismo al cual renunció van Rysselberghe tras ese episodio.