“¿Ya vienes de vuelta?
— Sí, un caballero me lleva”
Esa fue la última conversación que tuvo Constanza con su hermana Daniela Olate, porque minutos después sería brutalmente asesinada, trasladada hasta un sitio eriazo y su cuerpo desnudo lanzado desde un barranco en la comuna de Florida, en la región del Bío Bío.
Si se hace un orden cronológico, todo inició la mañana del martes 16 de julio, pasadas las 10 de la mañana. En ese instante, la joven estudiante de la carrera de Técnico Laboratorista Clínico del Instituto Profesional Virginio Gómez, se disponía a salir de su hogar en Concepción rumbo a Florida.
La misión era una: llevarle medicamentos a sus abuelos, quienes viven en la comuna ubicada a unos 50 kilómetros de la capital regional.
A las 10:50 horas de ese mismo día, Daniela se tomó una selfie para compartirle a su familia, donde ya aseguraba haber llegado a su destino. Casi una hora y media después, volvió a la ruta a esperar un bus que la regrese.
Un “aventón” a Concepción
De acuerdo a lo expuesto por el Ministerio Público, al mediodía de ese martes, Daniela esperaba en la Ruta N-48 el bus que la llevaría de vuelta a su hogar. Sin embargo, un Toyota Corolla rojo llegó primero. Lo conducía José Eduardo Morales.
A las 12:06, una primera cámara capta a Morales —único imputado y formalizado por el crimen— a bordo del vehículo, circulando por la misma ruta pero en dirección a Florida.
El hombre, según lo detallado en la audiencia de formalización realizada esta mañana en el Juzgado de Garantía de Concepción, se dirigía a su hogar tras haber terminado una jornada más de trabajo en la Vega Monumental.
En la ruta, el imputado vio a la mujer en el paradero del sector Los Álamos y metros más adelante, a las 12:12, decidió dar una vuelta para volver a incorporarse a la pista. Aunque esta vez, en dirección contraria.
A las 12:15, finalmente, José le ofrece a Daniela llevarla a Concepción, lo que la joven acepta. Sin conocer, que el hombre venía desde aquella comuna y decidió recogerla, pero sin intenciones de ayudarla. Todo esto, según lo expuesto por la fiscal Carla Hernández.
Un brutal femicidio
Daniela subió como copiloto al vehículo de José Morales, pero a los pocos minutos de andar, el formalizado dejó entrever que tenía intenciones sexuales con la mujer de 23 años.
Al menos así lo detalló la persecutora, quien explicó que Morales habría intentado alguna acción sexual en contra de la joven y, ante su resistencia, la comenzó a apuñalar en diversas partes de su cuerpo.
Tras esto, el hombre a las 12:30 se desvió de la ruta principal hacia un camino rural. A esas alturas, la mujer ya había recibido al menos 4 puñaladas en la zona torácica. En este mismo sentido, y según reveló la autopsia, Daniela intentó defenderse del acusado, lo que quedó reflejado en las múltiples heridas que tenía en ambas manos.
A las 12:45, José Morales se trasladó hasta un fundo propiedad de la Forestal Arauco. Allí -sostiene fiscalía- la víctima aún viva, fue desnudada completamente y arrastrada hasta la orilla de un barranco.
Según da cuenta la investigación, el imputado le habría cortado el cuello y la cara. De igual manera, habría lanzado el cuerpo de la joven hacia el despeñadero. Posterior a esto, se deshizo de la ropa de la víctima y destruyó su teléfono.
Una vida normal y confesión
Cerca de las dos de la tarde, el imputado llegó a su hogar y se sentó a almorzar con sus dos pequeños hijos y su esposa, como si nada hubiese pasado.
Acto seguido -y siguiendo con lo expuesto por Hernández- el hombre lavó su auto, limpió la sangre, lavó el cuchillo con el que habría asesinado a Daniela y enceró el vehículo.
Tras esto, su vida siguió fluyendo con total normalidad. Siguió yendo a trabajar y continuó su rutina como padre y esposo. Hasta el sábado 20 en la noche, 3 días después del femicidio.
Para ese día, el Ministerio Público ya tenía los datos del vehículo al cual Daniela se subió antes de haber sido encontrada muerta y por ende, tenía en marcha una serie de diligencias para dar con el autor del crimen.
A la entrada de la comuna de Florida, el hombre fue detenido. Horas más tarde, confesó que él había cometido el brutal asesinato de la mujer.
Aunque, según la fiscal Hernández, el hombre en una primera instancia habría entregado una versión distinta donde se exculpaba de lo ocurrido.
Sin embargo, al verse acorralado por todas las pruebas que les fueron expuestas, contó que él la había asesinado “con el mismo cuchillo con el que corto paltas en la vega“.
Cuando le preguntaron por qué decidió hacer todo eso, respondió que “me llamó la atención porque era muy bajita y flaquita“.
Futuro de la investigación
Finalmente y tras exponer todos los antecedentes, José Eduardo Morales Morales fue dejado en prisión preventiva, tras considerarse que su libertad corresponde un grave peligro para la sociedad.
Además, se decretaron 4 meses para la investigación, mientras el formalizado cumple la medida cautelar al interior del penal Bío Bío en Concepción.