La Corporación Chilena de la Madera entregó 8 propuestas de política pública para contribuir a la reactivación del sector forestal, que ha caído sostenidamente desde 2018.
Se trata de medidas que apuntan a un beneficio social calculado en 6 mil millones de dólares y que buscan la creación de más de 17.800 empleos en promedio hasta el año 2050.
En este sentido, los más de 80 socios de Corma se reunieron en Concepción de manera extraordinaria para analizar la crisis que atraviesa el sector y que se traduce en la reducción de más de 320 mil hectáreas de plantaciones y 3 mil 500 millones de dólares de menor aporte al PIB en los últimos tres años, precisó Juan José Ugarte, presidente del gremio maderero.
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Las propuestas del sector forestal tienen relación con el fomento a la forestación para alcanzar un millón de hectáreas adicionales al año 2049, aumentando la captura de CO2 y reactivando el empleo.
Lo anterior, además de disminuir el costo de los seguros para pequeños y medianos propietarios forestales y alcanzar un 35% de las construcciones con estructura de madera al 2050.
Antonio Walker, presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura, reforzó la necesidad de apoyar estas propuestas.
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Violencia como factor clave
Los atentados incendiarios, el robo de madera y la seguridad, son factores claves en la realidad que enfrenta la industria que se extiende desde El Maule hasta Los Lagos, pero que en la región del Bío Bío representa la principal actividad económica.
Charles Kimber, gerente Corporativo de Personas y Sustentabilidad de la empresa Arauco, se refirió al daño causado por el robo de madera.
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La propuesta de la Corma plantea modificar el proyecto de ley para fortalecer la prevención, combate de incendios forestales, investigación y reforestación de las hectáreas quemadas en incendios.
Para las propuestas de recuperación y forestación, se propone incluir un 10% de la superficie con bosque nativo, para cuyo financiamiento se propone la creación de un Fondo de Inversión Forestal, financiado por la Corfo mediante una alianza con una entidad internacional, con una línea de crédito acumulada estimada de US$ 200 millones y la posterior venta de bonos de carbono.