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A más de 14 años del terremoto del 27 de febrero, piden demoler los últimos edificios de la Villa Futuro de Chiguayante, en la región del Bío Bío, que fueron declarados inhabitables tras el sismo. Son cinco bloques de departamentos de lata que siguen en pie, ocupados irregularmente, donde la delincuencia y el narcotráfico se han apoderado del sector.

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A más de 14 años del terremoto del 27 de febrero, piden demoler los últimos edificios de la Villa Futuro de Chiguayante, región del Bío Bío, que fueron declarados inhabitables tras el sismo.

Los departamentos han sido ocupados irregularmente, mientras que la delincuencia y el narcotráfico se apoderaron del sector.

En específico, son cinco los bloques -de los denominados departamentos de lata- que siguen en pie en la villa ya mencionada.

Actualmente, hay 60 familias del comité de vivienda “Última Esperanza” que viven ahí, en condiciones precarias, protagonizaron tomas y ahora están a la espera de una solución habitacional definitiva.

Asimismo, el resto de las personas también llegaron de forma irregular.

Bárbara Orrego, presidenta de la Junta de Vecinos del sector, lamentó que los plazos no se han cumplido, afirmando que “el Estado ya se alejó de Villa Futuro”.

Viven rodeados de basura, porque los sitios eriazos aledaños se convirtieron en depósitos de todo tipo de residuos, a lo que se suma la delincuencia y el narcotráfico que se apoderó del sector, comentaron con impotencia las integrantes del comité “Última Esperanza”.

Basural en cercanías de Villa Futuro
Valeska Belmar (RBB)

En ese sentido, comentaron que los edificios han sido escenario de homicidios y que los departamentos tomados están siendo vendidos en cerca de un millón de pesos.

Desde el Serviu, aseguran que las gestiones para demoler los departamentos avanzan, destacó la directora regional del servicio, María Luz Gajardo.

Además, precisó que -entre otras cosas- deben resolver la situación de las familias que viven ahí y no cumplen con los requisitos para postular a los programas del Minvu.

Los bloques en cuestión serán demolidos para construir nuevos proyectos habitacionales y también un parque en la Villa Futuro de Chiguayante, que desde el terremoto espera cambiar la imagen del sector.