Desde el sector productivo local piden certezas para la actividad forestal, tras el cierre del aserradero El Colorado en Curanilahue, región del Bío Bío, que anunció la empresa Arauco y donde 78 trabajadores fueron desvinculados.

La firma, que mantenía hace 33 años la producción del aserradero y que recientemente había decidido la reducción de uno de los turnos, atribuyó la suspensión indefinida de operaciones a un problema estructural de competitividad.

Arauco aseguró que operaba con resultados negativos, a lo que se sumaron crecientes dificultades logísticas en el ámbito ferroviario, terrestre y portuario.

Alejandro Casagrande, presidente de Corma Bío Bío-Ñuble, confirmó que la cadena de abastecimiento de materias primas se ha visto seriamente alterada por el contexto de violencia que sigue afectando a la provincia de Arauco.

Desde la CPC Bío Bío, su presidente Álvaro Ananías dijo que es importante para la industria forestal contar con certezas, ya que es una actividad por esencia de largo plazo, y que se ha visto afectada por incendios intencionales, miles de hectáreas robadas, otras usurpadas e incluso con inseguridad de acceso.

La entrega de certezas al mundo privado para reactivar la inversión, como también respuestas efectivas ante la necesidad de mayores condiciones de seguridad en el Bío Bío, es algo que también demandan desde el parlamento, planteó la diputada de la UDI, Flor Weisse.

Por su parte, el senador Gastón Saavedra, jefe de bancada del Partido Socialista e integrante de las comisiones de Trabajo y Economía, pidió a la empresa sincerar la situación respecto de las necesidades para evitar este tipo de decisiones.

El sector empresarial ha remarcado que a esta crisis se suma el paro ilegal que mantienen los trabadores eventuales de Puerto Coronel, que está generando un perjuicio económico grave para el Biobío y que está debilitando una carta logística – estratégica que conecta la región con el mundo.