A seis semanas de la interrupción de las operaciones de carga y descarga en el Puerto Coronel -en la región del Bío Bío-, las conversaciones entre la empresa y los trabajadores parecen seguir en punto muerto.
En medio de lo anterior, donde se han registrado incidentes por el apedreo de un bus con trabajadores, la empresa Fepasa, que transporta carga hacia y desde el terminal, presentó una querella por actos de violencia que se han registrado.
Esta situación genera preocupación en la cadena logística que involucra a todo el sector productivo regional, ya que pese a los acercamientos y la facilitación del gobierno, el principal terminal portuario de la zona se mantiene sin operar.
Actores apelan al diálogo
Álvaro Ananías, presidente de CPC Bío Bío, reiteró que es necesario acercar posturas porque el daño que se ha generado es enorme.
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El senador socialista por el Bío Bío, Gastón Saavedra, quien fuera dirigente sindical portuario de Talcahuano, afirmó que se reunió con los trabajadores movilizados, los que le manifestaron estar dispuestos a llegar a un acuerdo. Afirmó que la administración de la llamada nombrada ha estado históricamente en manos de los trabajadores y que si bien hubo al comienzo del conflicto un tema de alcohol y drogas, hoy el problema es la reducción del personal.
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Saavedra también apuntó a problemas de gestión de la empresa portuaria, que obligó a abrir una investigación por presunta corrupción, que incluye a alcalde y dirigentes sindicales.
Sin hacer relación con esta causa, el jefe comunal socialista, Boris Chamorro, afirmó que el conflicto ha generado un grave daño al desarrollo económico local y que se requiere con urgencia una mesa de consenso.
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Respecto a lo que ha pasado en las últimas semanas en Coronel, la empresa Fepasa presentó una querella por daños y bloqueos en la vía férrea, protagonizados por trabajadores en conflicto, quienes aseguran que no ha paralizado, sino que es la propia firma la que ha decidido detener sus operaciones.