Sin éxito terminó la reunión entre los ejecutivos de Puerto Coronel, los representantes de estibadores eventuales que representan a unos 900 trabajadores en la comuna y el Gobierno.
El conflicto se extiende por un mes y se estiman pérdidas que bordean los 75 millones de dólares, siendo afectada las pequeñas y medianas empresas de diversos sectores, quienes se ven forzados a exportar su carga en puertos ubicados fuera del Bío Bío.
La delegada presidencial Daniela Dresdner y la seremi del Trabajo, Sandra Quintana desde el Gobierno en la zona, se trasladaron a Coronel.
La máxima autoridad regional, espera la pronta reactivación de Puerto Coronel, pero complementó que la solución depende de los acuerdos que haga la compañía con los trabajadores.
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Y siguen las declaraciones cruzadas entre las partes. Ya que la compañía, una vez finalizada la reunión, indicó que “pese a que se discutieron ampliamente los puntos para reestablecer la gobernanza en la administración y operación de nuestro terminal, no se logró un acuerdo sobre cambios indispensables”, por lo que “definirá nuevos esfuerzos para destrabar el acceso a la operación del puerto bajo los principios de seguridad, confiabilidad, eficiencia y respeto mutuo”.
Mientras que en la Unión Portuaria de Coronel aseguran que han “cedido más allá de lo que deseábamos”, en temas como dotación y productividad.
De paso acusaron presiones desde quienes controlan la empresa para no llegar a acuerdos.
“Los trabajadores hemos hecho nuevamente esfuerzos denodados por alcanzar una solución a este conflicto, los cuales no han sido suficientes. Lamentamos que todo lo que hemos propuesto con el propósito de reanudar las faenas no alcanzan para las ambiciones de la compañía”.