Los gremios aseguran que si no se toman medidas urgentes, están "destinados a desaparecer".

Los gremios agrupados en la red Futuro Madera plantean un negativo balance para el sector forestal chileno, especialmente para los pequeños propietarios, las pymes madereras y los contratistas forestales.

Afirman que además de los devastadores incendios forestales que se lamentan cada temporada, el sector enfrenta un complejo escenario económico, con elevadas tasas de interés, colapso de la demanda, frenazo de la construcción y la consiguiente caída del precio de los materiales.

Juan José Ugarte, presidente de Corma, afirmó que esto ha provocado una reducción de un 14% de las plantaciones y una disminución del 20% del producto interno bruto forestal.

Se han perdido empleos, se han cerrado plantas, contratistas han abandonado el sector, hay casi 200 aserraderos que han tenido que detener su actividad por falta de abastecimiento“, detalló.

René Muñoz, gerente de Acoforag, la Asociación de Contratistas Forestales, señaló que no existe fomento a la reforestación, pero además se ha normalizado la violencia hacia los trabajadores y a nadie le llama la atención que esto ocurra de manera periódica en la Macrozona Sur.

Los gremios forestales creen que la agenda legislativa no busca dar un impulso, sino cambiar un modelo que, juzgan, no es sustentable con base en “un sesgo ideológico”, ejemplo de lo cual es el actual proyecto de ley de incendios que hoy se tramita en el Congreso.

El presidente nacional de Pymemad, Michel Esquerré, dijo que han planteado al gobierno la urgencia del fomento a la forestación “Hay un estigma al puesto al sector forestal, sobre los pinos y los eucaliptus”, criticó.

Desde el Colegio de Ingenieros Forestales complementan que este retroceso se ha transformado en una tragedia económica, social y ambiental, frente a lo cual se observa escasa empatía y sentido de urgencia por parte del Gobierno.

De esta manera, rebatieron la visión optimista planteada por el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, y basada en las cifras de exportación del último año, ya que afirman que la crisis actual es de índole estructural y sus efectos devastadores se harán sentir con intensidad en el corto plazo.